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A falta de políticas sobre sexualidad, buenos son los comics

En formato de historietas, el Centro Interdisciplinario de Estudios Bioéticos de la Universidad de Chile presenta temas aún controvertidos como la píldora anticonceptiva y la disfunción eréctil desde un punto de vista cinentífico. En conversación con El Mostrador.cl, el psiquiatra y director del proyecto, Fernando Lolas, habló del éndemico doble estándar chileno y los pequeños «talibancitos» defensores de la moral.


En algunos sectores de nuestra sociedad hablar de sexo sigue generando urticaria. Sonroja, incomoda, avergüenza. Pero cuando los índices de contagio de VIH o de embarazos no deseados, por no hablar del aborto, aumentan dramáticamente, esa palabrita de cuatro letras se transforma en una responsabilidad social que requiere ser tocada. Y con urgencia.



Hasta el momento, los intentos por parte de los gobiernos de la Concertación en materia de políticas públicas de educación sexual no han sido satisfactorias. Sin ir más lejos, las Jornadas de Conversación sobre Afectividad y Sexualidad, popularmente conocidas como las Jocas, contaron con más rechazo que aprobación. Fracasaron, en realidad.



Le han seguido otros programas, como el de Sexualidad Responsable, sin embargo, y aún cuando tuvo una positiva evaluación por parte del gobierno, esa fue una experiencia circunscrita sólo a 8 comunas del país.



Pero a falta de políticas sobre sexualidad, buenos son los comics. Y ello, porque el Centro Interdisciplinario de Estudios Bioéticos de la Universidad de Chile trabajó por más de 5 años hasta tener listo un Sexameron, que no es otra cosa que 6 historias sobre sexo en formato de historietas.




Fernando Lolas, psiquiatra integrante del Centro y director del Programa de Bioética de la OPS/OMS, es quien está a cargo de Entretecho, conversaciones bioéticas de sexualidad. En él, trabajaron también el escritor Darío Oses y el diseñador Germán Adriazola, entre muchos otros, hasta dar con el texto final.



"Cada uno de los 5 personajes centrales fue diseñado pensando en el mensaje que transmite también por su imagen. Lo que ofrecemos con ellos son figuras de proyección para que los jóvenes pueden identificarse. Además, se buscó darle un grado de tensión dramática a la historieta para que fuera atractiva", cuenta el doctor Lolas, quien quiso conversar con El Mostrador.cl para conocer los detalles del proyecto y su visión sobre la conducta sexual de los chilenos.



De talibanes y talibancitos



No se descuidaron detalles. Quienes está tras el proyecto, de hecho, eliminaron una historia que incluso estaba hasta dibujada porque generaba muchos anticuerpos. Era la historia sobre el clítoris. Al darse cuenta que en algunos colegios el tema sigue siendo tabú, prefirieron sacarla para no perder interesados en adquirirla, porque este proyecto no cuenta aún con el patrocinio del Ministerio de Educación para que sea distribuido en los establecimientos educacionales.



– Ante la dificultad de abordar temas sexuales, ¿cómo desarrollaron valóricamente las historias?
– No se pronuncian sobre una solución. Las historias tienen la misión de incentivar el diálogo. No se plantea si es bueno o malo tomar anticonceptivos. Lo único que se dice es que se inventó una píldora y que nadie puede ignorar eso. Pero fuimos cuidadosos, y como sabemos que estas cosas despiertan todo tipo de susceptibilidades, eliminamos una historia sobre el aborto, porque la audiencia no es lo suficientemente madura para abordarlo. Y lo sacamos no porque fuera polémico, sino porque no queremos ser mal interpretados.




– Pero es indudable que este tipo de iniciativas debería tomarlas el Estado o por último apoyarlas.
– Sin duda, pero no quisimos entramparnos en las redes de la burocracia. De haber esperado un apoyo concreto, hoy no tendríamos nada. Ahora en cambio tenemos algo sólido que mostrar. Por cierto, también tenemos una oferta de la UNESCO para traducir este libro al francés y ya tenemos algunas de las historietas traducidas al alemán. Lo que vamos a hacer ahora es ofrecerlo al ministerio para que sea declarado material complementario.



– ¿Por qué cree que han fracasado las políticas públicas sobre educación sexual?
– Porque la orientación que se le ha dado a estos temas, como las Jocas, no es la adecuada, ya que siempre se ha partido por el lado testimonial. Nosotros, en cambio, hemos partido desde la ciencia para que la gente vea cómo ésta incide en la vida cotidiana. El libro es sólo la herramienta y se insiste en la necesidad de discutir estas historietas bajo ciertas normas. El problema es que el sexo se convierte en un punto de partida para muchos telibanes y talibancitos que demonizan e impiden que temas como el de los condones se toque. Eso ocurre porque tenemos un doble estándar acentuado. Una persona que dice ser creyente de una iglesia que prohíbe el uso de anticonceptivos no debería usarlos, pero nos encontramos con que el comportamiento de algunas personas contradice lo que ellos dicen creer.



– ¿Cómo debería orientarse una política pública adecuada en torno al tema de la sexualidad?
– De una forma tal que desde la entrega de información se invite al diálogo. Lo grave es que mucha gente que se cierra y que dice tener una opinión formada en realidad oculta una carencia de opinión. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que antes de tener opinión tienen creencias, y entre las normas sociales y las creencias hay una distancia que llamamos el espacio del diálogo. Hoy el diálogo se ha convertido en un instrumento técnico, y la institución social que lo corporiza son los comités de ética, que en el caso de las investigación científica están ya institucionalizados, no así en el ámbito escolar. Nuestro experimento ha sido llevar este material y promover la formación de un comité de bioética en los colegios que trate estos temas y otros. Lo interesante es que puede dar lugar a comportamientos "subversivos", porque después los alumnos sienten que tienen un poder de diálogo y comienzan a objetar otras cosas.



El dilema del doble estándar



Quizás el problema más complejo en este tipo de áreas es que la brecha generacional genera padres con una visión dogmática sobre el sexo que intentan traspasar a sus hijos. Eso se traduce a veces en que los adolescentes deseen tomar una opción distinta que a causa de las cargas valóricas inculcadas por la familia y la falta de información generan sentimientos de culpa que son difíciles de cargar para un joven de 16 ó 18 años.



– ¿Cuánto puede efectivamente afectar en la vida sexual de una persona manejar un bajo nivel de información sobre la sexualidad?
– ¿Pero qué es estar informado? Si para alguien tiene sentido seguir un valor, se lo va a dar a todo lo que haga. Si creo en la pureza o en la honestidad, el ser honesto le va a dar sentido a lo que hago aunque nadie me esté mirando. Como esa es una decisión tremendamente personal, lo que uno podría hacer es entrenar a las personas para que tengan buenos procedimientos para llegar a conocer sus valores.



– Es decir, que sea un proceso más reflexivo y menos dogmático.
– Sí, pero la persona puede escoger ser dogmática, renunciar a la posibilidad de debate. Alguien, válidamente, puede atenerse sólo a lo que diga su pastor o sacerdote. Y si bien por lo casos de pedofilia que se han vivido dentro de la iglesia católica han hecho que muchos desconfíen de la autoridad de la iglesia, hay un núcleo duro de personas que creen ciegamente.




– El problema se agudiza cuando la postura valórica de una familia se contradice con la opción que tiene un adolescente, más aún hoy cuando estamos en una sociedad altamente erotizada.

– Es muy difícil conciliar la educación mediante la demostración de la conducta con una educación a la abertura a las decisiones personales. El discurso oficial es que uno enseña a las personas a ser maduras, pero el no oficial es el que les enseña a comportarse solamente para que ganen plata. Ahí también hay un doble estándar. A fin de cuentas es un dilema, porque la solución al problema es uno nuevo.



– Más aún en una sociedad tan conservadora como la nuestra.
– En el caso chileno es notable. Como ejemplo, puedo mencionar una nota panameña que veía con curiosidad y trataba de "pacata" a la sociedad chilena al tratar el tema de la casa de vidrio. Ellos daban por supuesto aquí todos nos íbamos a sentir fracturados con un tema como ése, porque nos ven como una sociedad limitada y lo tenemos en nuestra legislación también. Lamentablemente no están equivocados, porque acá tenemos una pacatería ambiente notable. Y eso a causa de que es de buena crianza identificarse a las clases superiores, ciertamente por momentos en extremo conservadoras.



"El erotismo humaniza la relación sexual"



– Si de las relaciones sexuales se habla poco, del erotismo y el placer ni siquiera se menciona en nuestro país.
– Somos probablemente la única especie en el cual el goce sexual puede hoy ser separada de la reproducción. Tal vez no le hemos preguntado a los monos, porque ellos también se masturban. El erotismo es una virtud humana y la píldora logró un cultivo de esa virtud. Humanizó las relaciones sexuales. Por supuesto es muy difícil exponer estos argumentos en un auditorio de recalcitrantes talibanes, ya que hay confesiones religiosas que ven en el placer algo malo de principio.



– ¿Y qué le parece la medida del sistema de salud inglés de promover el sexo oral como método preventivo para los embarazos no deseados?
– Es una idea ingeniosa, interesante. Son decisiones que se toman en sociedades en las cuales el debate sobre estos temas está mucho más avanzado que el de nosotros. Y claro que uno esperaría que el fin de la educación fuera liberar a las personas, lo que Habermas llama el valor emancipatorio. Pero lamentablemente, uno comprueba que la personas no rigen siempre sus comportamientos por la razón.

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