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Con una extrañísima deserción de C.K. Williams comenzó Chilepoesía

Molesto y enrabiado. Y lo hizo saber sin pudores. ¿Quién? José María Memet, director del encuentro poético que comenzó y que se extenderá hasta el próximo jueves. ¿Por qué? Por la bajada a última hora del poeta norrteamericano C.K Williams y de algunos auspiciadores. ¿Boicot? ¿Primeras consecuencias de la postura chilena en el Consejo de Seguridad de la ONU?


El intercambio cultural que intenta promover el Encuentro Internacional Chilepoesía se hizo notar de un comienzo. Como pocas veces se ha visto, hubo una asimilación casi inmediata por parte de los poetas invitados de uno de los rasgos más propios de nuestra idiosincrasia. Porque, siendo sinceros, fue realmente interesante y llamativo presenciar la ortodoxia con que algunos siguieron ciegamente la tan típica y criolla… impuntualidad.



Sí, porque la cita que estaba concertada para las 10 de la mañana en La Chascona, terminó siendo un referente difuso que se fue mutando minuto a minuto hasta pasar casi una hora, cuando finalmente todos los participantes -periodistas incluidos- dijeron presente y el bus pudo al fin emprender rumbo a Isla Negra.



No tuvo que pasar mucho rato más para que nuestra cultura se revelara exhuberante otra vez. Con una generosidad sin igual, el destino quiso compartir sin ningún pudor con los poetas bolivianos, mexicanos y argentinos algo de nuestras raíces nuevamente. Y ahora, el gesto magno y noble no fue otra cosa que la pane sufrida por uno de uno de los buses cuando el mar, escondido tras la densa neblina costera, se hacía adivinar por su bruma salada e indicaba que el destino era cosa de minutos.



Con humor, los Shimose, Vargas, Redolés y Parra se cambiaron y algunos caballeros, de esos pocos que quedan, cedieron sus puestos a las doncellas y las no tanto que se asomaban por las estrechas escalinatas de la máquina que había resistido los estragos del viaje.



A esa altura el tema ya no era el estado de la poesía hispanoamericana o la guerra en territorio iraquí. Nada de eso. El hambre acechó los estómagos y las especulaciones sobre el almuerzo que se daría era el motivo más urgente de preocupación. Pero habría que esperar, porque por programa venía la inauguración oficial del encuentro. A aguantarse.



¿Y dónde está Williams?



"Este encuentro ha sido particularmente difícil de realizarlo por situaciones bastantes anómalas. Estamos molestos con algunas situaciones que han pasado como la bajada que hizo la embajada norteamericana del poeta C.K. Williams. Además algunos auspiciadores, como Minera de Coyahuasi, cancelaron su aporte por razones sospechosas, lo que implicó para nosotros realizar ajustes, como eliminar ciudades y no poder sumar todos los poetas chilenos que queríamos", se quejaba un José María Memet visiblemente fastidiado.



¿Boicot? ¿Primeras consecuencias de la postura chilena en el Consejo de Seguridad de la ONU? No es delirante pensarlo, más aún cuando el New York Post llamó a boicotear a los artistas que se oponen a la guerra.



"Es obvio que no existe peligro alguno de que viniera a Chile. Junto con hacérselo saber, le ofrecí hasta resguardo policial, pero ya estaba demasiado atemorizado por las autoridades estadounidenses", confesaría más tarde Memet a El Mostrador.cl.



Esa rabia del organizador se hizo más evidente cuando una periodista quiso conocer la impresión de los poetas sobre el bullado plagio de Paulina Wendt a un cuento de Ricargo Piglia. "Está absolutamente fuera de contexto tu inquietud", exclamó Jose María, y reglón seguido se le dio la palabra al brasilero Thiago de Mello.




"Hoy, en que el imperio se yergue con toda su ferocidad a favor de marchitar la misma belleza de la belleza humana, nosotros estamos reunidos aquí para afirmar que la poesía es poderosa y que contribuirá luminosamente para la construcción de la paz".



Como suele hacerlo, de Mello estaba vestido íntegramente de blanco, lo que la daba a su alocución un aura de paz que logró colmar la sala dispuesta para el encuentro entre los vates y los periodistas.

El brasilero, que está ad portas de publicar un libro de antología de poesía latinoamericana, respondió, al ser consultado por El Mostrador.cl sobre la falta de una voz potente y unida ante la guerra en Irak por parte del mundo de la cultura de nuestro continente, que "no la hay porque no tenemos una voz única. A pesar del trabajo de hace más de medio siglo por una causa fundamental para este pedazo del planeta, que es la integración cultural latinoamericana, no hemos logrado construirla y eso hoy nos pesa".



Derrumbado prejuicios



En esta segunda versión del Chilepoesía se designó como invitado especial Bolivia. Una entre tantas razones fue, según dijo Jose María Memet hace unas semanas a nuestro medio, el derrumbar los prejuicios existentes de nuestra sociedad al país altiplánico.



Sin embargo, ni Juan Carlos Orihuela, ni Perdo Shimose han sentido hostilidad alguna en sus visitas a nuestras tierras.



"He sentido amores increíbles de los poetas chilenos a las cosas que se hacen en Bolivia. Estamos acá por ese amor. En lo personal nunca ese sentido esa clase de prejuicios, aunque quizás lógicamente se dan en otras esferas. Lo que sí es cierto, es que nuestra poesía no es muy difundida acá, pero ese es un problema nuestro probablemente", reflexiona Orihuela.



Juicio similar esgrime Pedro Shimose, quien además asegura que cuenta con una ventaja ante sus compatriotas: su aspecto físico. Claro, sus rasgos orientales confunden a cualquier desprevenido, pero aún así, el poeta comenta:



"Es cierto que las políticas oficiales tratan de dividirnos. Pero también es cierto desde hace 15 años se ha venido desarrollando de forma espontánea mediante grupos de amigos y cenáculos literarios, el encuentro entre escritores chilenos y bolivianos".



Pero Shimose, que está radicado desde hace muchos años en España, habló también de la creación poética en Latinoamérica. Sin ser partidario de imponer estilos, para el boliviano
"la alta poesía de nuestro tiempo ha ignorado el canto. A veces, como sucede con la gran poesía norteamericana, los poetas se refugian en las universidades. Es por eso que hay que revalorizar la poesía oral que siempre ha rescatado la música y que se ha traducido en el éxito de la poesía en la canción popular. Serrat, por ejemplo, que es muy popular aquí, es una de esas expresiones, como también lo es Joaquín Sabina", concluye.



Shimose se despide amistosamente. Vuelve a su mesa donde lo esperaba su compatriota Juan Carlos Ramiro Quiroga. La tarde comienza a helar y José María Memet avisa que el primer bus está por partir. La mayoría lo hace. El día expira y algunos poetas sienten la necesidad de cargar las energías, porque desde hoy tendrán que clonarse para visitar en apenas 6 días Antofagasta, Punta Arenas, Viña, valdivia y Osorno y regalar, por segunda vez, poesía por las calles de Chile.



VEA EL PROGRAMA DEL ENCUENTRO



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