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«Estados Unidos aplicará represalias contra Chile»

Fiel heredero de la tradición crítica, Borón enfatiza que la hegemonía de las ideologías neoliberales en contextos beligerantes como el actual dejan al descubierto la carencia de herramientas teóricas para contribuir con argumentos sólidos a la embestida del país del norte en nuestro continente que, según el académico, es clave para la Casa Blanca.


De la polvareda que surgió tras la caída del muro irrumpió la posmodernidad, "iluminando" la densa y confusa atmósfera. Con su advenimiento, cayeron también los metarrelatos y se anunció el Fin de la Historia. Otro por ahí anunció el Choque de Civilizaciones, que no pocos ven consumado con el atentado el 11 de septiembre y la embestida militar en las tierras de Saddam. ¿Significa que los paradigmas explicativos de antaño están trasnochados?



Quizás, pero no para Atilio Borón, sociólogo, académico de la Universidad de Buenos Aires y director ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), quien cuestiona con vehemencia a los que piensan que la teoría crítica dejó de servir como modelo interpretativo de la realidad.



"¡Qué es esto del imperio virtual, de las redes y toda esa cháchara a lo Baudrillard!", es su reacción casi mecánica ante el actual escenario global que duda y se niega en seguir hablando de imperialismo y la dependencia del mundo -y en especial Latinoamérica- de las políticas estadounidenses.

Borón, quien estuvo de paso por Chile para impartir la conferencia Imperialismo y guerra en la nueva doctrina estratégica norteamericana en la Universidad Arcis, repasó las principales razones que hacen de nuestro sub continente una región de vital importancia para Estados Unidos y conversó con El Mostrador.cl sobre la actitud de los gobiernos Latinoamericanos en el actual conflicto bélico y el futuro de la ONU en el concierto internacional.



Las 4 claves Latinoamericanas



A Borón no le convence el discurso oficial de la Casa Blanca que asegura que la atención del gobierno no se puede dirigir hacia América Latina porque está concentrado primero en la crisis del Medio Oriente. "Es una muestra de cretinismo", advierte de entrada.




"Y si América Latina fuera tan irrelevante como dicen los publicistas norteamericanos, explíquenme por qué una hora después de producirse el Golpe de Estado a Chávez el 11 de abril del año pasado sale Ari Fleischer, vocero de prensa de gobierno, a decir que los Estados Unidos estaba dispuesto a recomendar al directorio del FMI un tratamiento indulgente para con la aflictiva situación de Venezuela. Si fuéramos tan irrelevantes, insisto, se habrían tomado al menos 24 horas para ver qué pasa y no quedar en ridículo cuando a los dos días volvió Chávez", argumenta el académico trasandino.



Según Borón, la importancia de nuestro continente para Estados Unidos radica en 4 aspectos fundamentales. El primero, sería las reservas de petróleo en Venezuela, que además, "la tienen a mano. Porque -dice- una cosa es traer el petróleo haciendo todo el largo periplo desde el Mar Rojo y cruzando el Atlántico, y otra es tenerlo a tres días. Cómo entonces no va a ser importante también Chávez, si en su país está la tercera mayor reserva energética del mundo", precisa.



Un segundo aspecto, sugiere, es la escasez de agua pronosticada a 50 años para Los Angeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos. "América Latina tiene la tercera parte del potencial mundial de agua dulce del planeta. ¿Y dónde están los dos más grandes mantos acuíferos de la zona? En las amazonas y Chiapas. No es coincidencia por lo tanto el plan Puebla-Panamá, que es una tentativa desesperada de estructurar y unir a un proceso de desarrollo que permita reducir las tensiones en Chiapas y así poder llevar adelante un plan cuya factibilidad desde el punto de vista ingenieriel ya ha sido examinada, que es la construcción de un gigantesco acueducto que va desde Chiapas hasta el sur de California".



La tercera razón que argumenta es que en el continente está concentrado un 40 por ciento de la biodiversidad. ¿Y eso qué? "Bueno, tiene que ver con el esfuerzo desesperado que están haciendo los norteamericanos para identificar los códigos genéticos de las plantas que existen en todo el mundo. Si toda la negociación que se está dando en el marco de la Organización Mundial de Comercio prospera como quieren, cosas tales como la papa, el maíz o el tomate van a tener un copy right y para sembrarlo va a haber que comprarlo y pagar por los derechos", comenta.



Por último, estaría la razón territorial que es la que reúne y da unidad a la anteriores. En ese sentido, Atilio Borón ve que esa estrategia se expresa en las bases militares de Estados Unidos en Cuba, Honduras, Guatemala, Panamá, Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia y las que se proyectan en la triple frontera Argentina- Paraguay-Brasil, en la desembocadura del Amazonas y en la Patagonia.



"Si los Estados Unidos logran instalar las bases en los sitios que tienen previstos, tendrán el control absoluto de la fuente de oxígeno del planeta, del 40 por ciento de la biodiversidad y de la tercera parte del agua que hay en el mundo. ¡Qué es esto del imperio virtual, de las redes y toda esa cháchara a lo Baudrillard!.¡ Esta es la realidad!", resume.



"Hemos perdido la batalla en el plano de las ideas"



Borón sabe que el contexto descrito requerirá necesariamente de una "gran capacidad de resistencia y presión" tanto por los gobiernos como los ciudadanos. Apocalíptico, asegura que de no tener una actitud vehemente, los "pobres márgenes de autonomía de nuestros países" se verían reducidos por la hegemonía cada vez más insoslayable, según él, de Estados Unidos.



Por eso, piensa que pese a que la teoría de la dependencia a dejado de estar en boca de todo el mundo y que parece estar archivado y que del imperialismo no se habla, "somos mucho más dependientes que hace 40 años atrás, cuando esa teoría estaba dando sus primeros pasos. No tenemos ningún gobierno de América Latina, a excepción de Cuba, que pueda tomar una decisión importante y significativa en materia de economía sin primero tener el visto bueno de Washington".



Lo que le preocupa también es que "hemos perdido la batalla en el plano de las ideas", lo que ha traído como consecuencia la proliferación de las teorías e ideologías neoliberales que "han producido la debacle social en América Latina", manifiesta.



"Replantear la batalla de las ideas quiere decir volver a recuperar la mejor tradición del pensamiento crítico en la tradición occidental. Si renunciamos, no tendremos más remedio que ser testigos impotentes de una historia bastante desgraciada que tal vez podríamos evitar".



"Chile hizo un papel razonablemente bueno"



– Esa batalla que menciona es clarísima y queda declarada prácticamente cuando el think tank estadounidense Proyecto para un Nuevo Siglo Norteamericano elabora un informe sobre lo que debería ser la política exterior de la Casa Blanca y se instala, con autores incluidos, en el Gobierno de Bush.
– Lo que se plantea en ese documento no es enteramente novedosa. Son ideas que ya la derecha conservadora la venía manejando desde la década de los 80′, pero que después de los atentados del 11 de septiembre se lanzaron con todo. Básicamente la doctrina en su última ratio dice Estados Unidos es la única súper potencia imperial y que necesita asegurarse las condiciones que permitan sostener tal condición. ¿Cómo? Llevando la economía de marcado, firmando acuerdos de libre comercio y resguardando la democracia a todo el mundo.



-Lo dramático es que en ese supuesto afán de patrón moral la ONU se ve sobrepasada e inoperante.

– Lo de las Naciones Unidas es muy grave. No fue una institución demasiado exitosa, pero de alguna manera sirvió para evitar desenlaces mayores. En momentos extremadamente críticos no funcionó, como la crisis de los misiles del 62′ en Cuba que finalmente fue resulta bilateralmente entre la URSS y Estados Unidos. Pero salvo ese tipo de situaciones extremas, Naciones Unidas cumplió un rol moderador de los conflictos e impidió el agravamiento de los conflictos.



Y agrega:



"El no respeto de los Estados Unidos por el marco internacional de la ONU tiene como consecuencia terrible este verdadero genocidio que se está practicando sobre el pueblo irakí. Después de la Guerra del Golfo, si se suman los muertos como producto de los daños colaterales, más los muertos por el bloqueo y los derivados a partir de las dificultades de un país derrotado tras una guerra, suman un millón y medio de personas. ¡Es una masacre! Es la cuarta parte de lo que hizo Hitler en más de 10 años que se consumó en un período más o menos similar".



– ¿Hubiera esperado una reacción más enérgica y drástica por parte de Chile y el resto de los países de la región?
– Para Chile era muy difícil, porque junto con México están en el Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que a los dos países les tocó bailar con la fea. Para los otros gobiernos fue mucho más sencillo. Chile hizo un papel razonablemente bueno, aunque me hubiera gustado un papel un poco mejor, condenando y no sólo lamentando los ataques. El que el gobierno chileno haya decidido ocupar una palabra en vez de la otra me parece decisivo, porque los Estados Unidos de todas maneras, siguiendo su tradición, van a aplicar represalias en contra de estos países, incluyedo Chile, por cierto. Y como sabemos esto, al menos tengamos la conciencia tranquila de haber dicho lo que teníamos que decir: que esto es un genocidio y una masacre contra el pueblo y no al Gobierno de Irak



-¿Concuerda usted con quienes creen que el sentido último de Estados Unidos es aislar geopolíticamente a China?
– Ese puede ser el objetivo último, pero todavía hay primero un buen trecho por recorrer. En estos momentos la lógica tiene que ver más con la idea de cortar de raíz lo que ellos consideran una amenaza terrorista, cuestión que por lo demás no lo van a lograr con este camino. Lo fundamental es la lucha por el petróleo. Te doy un dato básico. Estados Unidos tiene reservas de petróleo que se agotan en menos de 14 años y la reconversión de una civilización basada en el petróleo a una basada en otros elementos, va a demorar por lo menos 40 años. Es por eso que Estados Unidos está luchando para llegar a erigirse como el único país que tenga asegurado el petróleo. Luego vendría China, pero me parece que esa pelea es más larga.



– ¿Pero puede China convertirse en una potencia que realmente pueda amenazar la hegemonía estadounidense?
– Los chinos no tienen un proyecto de involucrarse activamente a nivel internacional, salvo en la sub región del sudeste asiático. Conversando con varios funcionarios en China me han planteado que su proyecto es constituirse como una potencia que puede jugar en el tablero recién en el 2050. En ese año estarán como España en el año 2000, pero una España en ese momento con 2 mil millones de personas. Ahí van a tener que jugar, con reticencias, porque no les interesa meterse en el tablero internacional, pero sí van a tener que jugar sus cartas en el tablero regional.



– Un último tema. Usted ha sido columnista en algunos diarios como el Página 12, y los medios de comunicación es un tema sobre el cual reflexiona constantemente. ¿Cómo considera que se ha tratado la información en las grandes cadenas televisivas?

– Vemos muchas cosas pero no lo principal: los muertos. Hay una selección muy cuidadosa de información e imágenes, de manera tal que muestran luces en la noche que se prenden y se apagan. Las víctimas de la guerra no aparecen, que es una constante en esta guerra y en la del 91′. Ahora aumentaron los controles, porque expulsaron a la CNN de Irak y por otra porque hay directrices muy claras por parte del Pentágono que impide la difusión de cierto tipo de imágenes. Lo que los medios es una trampa, una terrible trampa en la que muchos televidentes caen y se pierden entre la realidad viéndola como mera ficción.

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