Así al menos lo revela el informe del Instituto Nacional de Estadísticas, INE, comprendido entre el año 1992 y el 2001, y en el que queda demostrado en cifras que los espectáculos deportivos dejaron de ser los más consumidos en nuestro país para ceder su lugar al celuloide.
Hace 10 años, cerca de 1 millón 200 mil personas asistían mensualmente a espectáculos deportivos, siendo, desde luego, el fútbol la disciplina que más aportaba a esta cifra. Eran otros tiempos, donde el cine y otras manifestaciones culturales no gozaban ciertamente de buena salud.
No obstante, paulatinamente la gente se fue alejando de las canchas. Las reiteradas batallas campales y hasta las lucha libre que se exhibían gratuitamente en los estadios no fueron un buen complemento para los espectadores más «conservadores».
Y a tal punto ha llegado el divorcio entre los amantes del deporte y las canchas que el número de asistentes bajó en más de un 50 por ciento, reflejado en los 574 mil hinchas que pisaron como promedio al mes un estadio durante el 2001.
Como contraparte, un panorama diametralmente opuesto es el que exhibe el cine. La razón de ello se debe a que los aficionados progresivamente fueron reencantándose con las películas y las salas, debido, sin duda, al arribo a nuestro país de empresas multinacionales que modernizaron tanto el concepto como las instalaciones de una sector que no estaba dando cuenta de las exigencias del público.
Así, hoy sobre el millón de personas asisten mensualmente al cine, número muy superior a los 700 mil de 1992. Sin embargo, no todo es positivo tras estas cifras, porque 156 de las 257 salas de cine están ubicadas en Santiago, ciudad que, además, concentra el 71 por ciento de las funciones, porcentaje apabullante con respecto al 0,1 de la décimo primera, por ejemplo.
Música, danza y teatro
Las otras áreas incluidas en el informe del INE son la música, la danza y el teatro, siendo la primera la que experimentó el alza más significativa. El crecimiento explosivo en los espectáculos musicales se dio entre 1992 y 1997, para luego mantenerse al alza de forma moderada. Si de cifras se trata, lo anterior se traduce aumento de 62 a 156 mil espectadores mensuales, es decir, cerca de un 150 por ciento.
Por su parte, las estadísticas demuestran que hubo un crecimiento en las artes escénicas casi tan alto como en el caso de los eventos musicales. Dentro de esta área, particular aporte hace el teatro, donde el informe del INE destaca la especial concentración de espectadores en la Primera y Tercera Región, ya que mientras la media nacional es de 65 por cada 10 mil personas al mes, las zonas citadas alcanzan a 150 y 112, respectivamente, en el año 2001. La Región Metropolitana, en tanto, se empina sobre los 95 asistentes por cada 10 mil personas como promedio mensual.
Pero si de crecimientos se trata, la danza lleva la delantera. Y por lejos. A diferencia de los casos anteriores, esto tiene una explicación muy específica, y es que el Área de Danza de la División de Cultura del Ministerio de Educación organizó el 2001 diversas actividades que impulsaron el movimiento y que se han seguido realizando, como el Día Internacional de la Danza y la Feria Nacional de Danza que combina espectáculos y clases abiertas.
De esta forma, si en 1992 apenas 15 mil personas asistieron mensualmente a ver un espectáculo de danza, el 2001 lo hicieron 50 mil, es decir se triplicó el número de espectadores, mientras que datos provisorios indican que para el año pasado el crecimiento se mantuvo llegado a 55 mil.
Conclusiones
De los datos, se puede concluir que es en el área de las artes en general donde se han hecho los mayores esfuerzos de promoción y producción. En ese sentido, no puede dejar de desconocerse el aporte del Fondo Nacional de las Artes y la Cultura (Fondart) creado en 1992 y que desde entonces ha destinado 23 mil 989 millones de pesos a los más de 6 mil proyectos financiados. Para este año, asimismo, se aumentó el fondo en 386 millones, llegando a 2336.
El otro lado de la moneda lo muestra el deporte, actividad que se ha visto profundamente afectada en gran parte por la poca efectividad de la Ley de Violencia en los Estadios que ha generado un alejamiento notable de la gente. No puede dejar de considerarse también la arremetida de la televisión por cable, que mediante la transmisión de los partidos de fútbol ha mermado la asistencia a los recintos deportivos.
En suma, un estudio que estimula al mundo de la creación artística y preocupa al deportivo. Quizás también el reflejo de una sociedad y un Estado más apegado a la cultura letrada -que es donde se han hecho los mayores esfuerzos- y más distante de la recreación y el pasatiempo deportivo. «Mente sana en cuerpo sano», al menos en términos de consumo, es algo que, estadísticas mediante, se está dejando de conjugar.
