Mañana, una de los grupos más longevos y a la vez contemporáneos de nuestro país, dará un concierto en el Teatro Oriente que recorrerá por gran parte de su discografía y por temas que no han tocado desde hace 30 años. Congreso de exportación tendrá, entre otras sopresas, varias versiones nuevas de canciones vieja, lo que será registrado en formato DVD de manera independiente.
¡Son clásicos!, repite la gente como tratando de dar a entender el respeto que se merece un músico o grupo. Claro, clásicos. ¿Pero puede haber algo peor que ser clásicos? Eso al menos es lo que más de una vez se ha preguntado León Gieco, quien alega, aunque con su alegría característica, que serlo significa que todo el mundo te conozca, o al menos te ubique, pero que no compren tus discos ni vayan a los conciertos.
Los Congreso, por cierto, son clásicos. Sus más de 30 años de trayectoria lo avalan. Y sí, sus canciones no son hits radiales, pero, y aquí se salen de la definición de Gieco, sus conciertos siempre aglutinan a mucha gente. Son populares, pero no famosos.
Y mientras muchos prefieren componer y oír canciones "orejas" que pasan con más pena que gloria a la historia de la música, otros siguen creyendo que la confluencia y armonía de letras y melodía pueden servir para contar algo más que penas de amor y romances frustrados.
Eso siempre lo han creído los integrantes de Congreso, que mañana viernes realizarán un concierto en el Teatro Oriente para luego partir en una gira que los llevará a recorrer distintos escenarios de Estados Unidos y Canadá. Congreso de exportación será grabado en formato DVD y será también el nuevo disco que, desde La loca sin zapatos, editarán desde el 2001.
«No hacemos música alternativa»
Más de 20 canciones. Muchas que no han tocado desde hace 20 años. De ellas, varias con nuevas versiones. Un cuarteto de cuerdas, Joe Vasconcellos y invitados sorpresas. Todo en homenaje a Jaime Vivanco, tecladista del grupo que murió este año.
"Este concierto llevaba largo tiempo en gestación, porque desde que partió Jaime del grupo no hemos tenido la posibilidad de tocar solos para mucha gente sin la premura del tiempo que implica estar en medio de una gira. La idea era hacer un recital en un teatro, porque es más íntimo", dice Pancho Sazo, quien conversó con El Mostrador.cl en medio de un ensayo.
– Deben sentir un nervio especial realizar un concierto que va a ser grabado para un disco.
– ¿Sabes? Eso no me preocupa tanto. Es más, qué rico que va a estar grabado, pero yo me concentro en el concierto mismo. Tiene esa fuerza única que ojalá rescate el disco, que son los guiños, la forma en que tú te mueves, las equivocaciones, las imperfecciones que hacen tan humana y a la vez maravillosa la música.
– Congreso se ha caracterizado en último tiempo de sacar discos paulatinamente más distanciados uno del otro. ¿Eso es porque las cosas se han dado así o es debido a que han tomado más distancia a la hora de componer?
– Nosotros trabajamos con inspiración. No hay una planificación. Nos encantaría poder trazar líneas y proyectarnos en el tiempo con trabajos. El disco que viene, por ejemplo, salió porque vamos a hacer un concierto, pero no está planificado ni nada. Un disco tiene que tener un una inspiración, un concepto y a veces te demoras. Hay momentos en que, simplemente, no tienes ganas de hacer nada, aunque es verdad, con el paso del tiempo te vuelves más humilde y respetuoso, ves las cosas con una mirada más modesta de lo que debe ser tu oficio.
– ¿Cómo enfrentas tú el que no puedas vivir íntegramente de lo que haces con Congreso y que, por ende, tengas que hacer otras cosas para vivir?
– Somos músicos a tiempo completo cuando nos toca trabajar con Congreso, pero nadie puede vivir totalmente de la música en Chile. Pirovich y yo trabajamos en la Universidad. Esa es la pega secreta y cotidiana donde nadie te dice nada y nadie te aplaude, pero es lo que le da de comer regularmente a tu familia. Sería ideal poder vivir de Congreso, no ha sido así, pero nos ha permitido viajar, conocer, estar con el cariño de la gente, que es algo inigualable.
– ¿Qué es lo que pasa con la música de ustedes que no ha logrado popularizarse totalmente? ¿Qué es lo que les falta?
– Es un problema de los medios de comunicación, principalmente las radios que no ponen nuestras canciones. Y es falso que todos nuestros discos pueden ser digeridos sólo por una elite, porque hay otros que son absolutamente bailables y papayeros. Lo que pasa es que el Tilo (González), compone un cierto tipo de canción popular que es más compleja. Nosotros no hacemos música alternativa sino popular aunque no cumpla con los cánones habituales de ese tipo de música. Las letras de las canciones de Chayanne son absolutamente insípidas y sirven para otras cosas. Nosotros somos un poquito más complejos y eso se educa.
– Además que les tocó crecer y consolidarse como grupo en una época muy compleja y que quizás les impidió posicionarse como grupo.
– Nos posicionamos siempre de manera muy frágil, que es bueno también, porque sigues siendo tú y no estás obligado a sacar cada cierto tiempo con un sello que te va a obligar a teñirte el pelo rubio o quién sabe qué. Los temas que nosotros tratamos en nuestras canciones no es de gente que está en el centro de la foto, sino que está difusa, que está detrás del protagonista. Siempre me interesa el borde, atrás, la niña chica, el viejo que nadie pesca. Un poco lo que hace Enrique Lihn con La musiquilla de la pobres esferas. Ese es nuestro universo.
"Lo que pasa -continúa- es que en el mundo de hoy se hace el énfasis en lo que aparece en primer plano, pero eso también va a pasar a ser marginal después. ¿Quién se va a acordar de las pechugas enhiestas de la Olivari? Va a estar viejita. ¿O del futbolista que ya no mete goles porque tiene artrosis en las rodillas? Todos vamos a un momento de marginalidad y eso es también motivo de arte. Las mejores historias pasan por ahí".
– ¿Sientes que la música de Congreso está condenada a ser valorada con más distancia de la deseable?
– Sería mentira que yo dijera que no nos interesa perdurar. ¡Claro que me gustaría que nos pagaran bien, que en Estados Unidos nos llevaran en una limusina aunque sea por una vez para reírnos! Hay que seguir explorando lo que es la cotidianeidad, que es donde se produce el milagro difícil de vivir. No es cuando estás arriba del escenario. Ese es sólo el resultado. Si nos van a recordar o no, eso ya no depende de nosotros. Pero obviamente, a mí me gustaría que nos comprendieran ahora, que nos escucharan ahora, porque siento que no nos han escuchado todavía. Quizás nosotros también somos responsables por eso, ya que no hemos tenido una presencia más activa en los medios o programas como Operación Triunfo.
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