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Una reveladora mirada sobre las dictaduras militares en América Latina

Tres países azotados. Tres sociedades oprimidas. Un solo registro. El documental de la joven realizadora Laura Bondarevsky evoca fielmente a través de los hijos de las víctimas en Chile, Argentina y Uruguay, una realidad dura y sobrecogedora mediante un documento fuerte, decidor y reflexivo.


Este interesante trabajo documental se transforma en un reencuentro con la memoria, con los desvalidos, con las víctimas, con la historia.



Con un tono sensible, pero calmado, Laura Bondarevsky recrea con una gran utilización de imágenes de archivo, un ambiente de caos, exaltación, emoción e injusticia.



Los recuerdos juegan un rol fundamental en la película, conectándose con cada secuencia y trasformando un rollo de celuloide en pasión pura, en sentimientos, en angustia, en tristeza, en dolor.



La mirada atenta de la directora refleja el proceso de un grupo de jóvenes vinculados directamente con torturados o desaparecidos y el cruel, difícil y necesario encuentro con su pasado.



Che, Vo, Cachai es el relato, mediante la voz de su legado, de quienes fueron adolescentes en los 70 y que, por querer una sociedad distinta, debieron escapar de un país a otro. La cinta de Bondarevsky es la búsqueda de raíces, de una reconstrucción del ser como humano libre, de una reconciliación con la historia y con ellos mismos.



Los protagonistas y narradores de este filme son jóvenes argentinos, uruguayos y chilenos, que, siguiendo el itinerario de sus padres y madres desaparecidos, en lucha común por recuperar su historia, han establecido contacto y se han conocido. La cámara viaja de Argentina a Uruguay, de Uruguay a Chile siguiendo el rastro de aquellos que eran jóvenes en la década de los setenta.



Che (por Argentina), Vo (por Uruguay), Cachai (por Chile), presenta a los hijos que en forma activa, buscan las raíces que les permitan reconstruir el linaje familiar, discutiendo las formas de una lucha que está lejos de haber sido sepultada.



Tal vez el único error que presenta Che, Vo, Cachai tiene relación con las especies de "focus group" que realizan los jóvenes. Ciertas e interesantes ideas se pierden en el desorden cuando alguien comienza un discurso y es interrumpido por una estampida de chirridos y palabras a medio pronunciar, perdiendo por ende, la claridad y la ilación de una interesante conversación, que de haberse organizado mejor, podría haberse aprovechado más.



El juego de luces y sobras en algunas entrevistas, los cuidados cuadros, la frescura de su tratamiento, su innegable calidad de documento histórico, una solvente dirección y la dura recreación que emana, hacen de Che, Vo, Cachai un retrato fiel, emocionante y conmovedor sobre una época de abusos, injusticias y herencias nefastas.

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