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Expertos de varios países desvelarán el misterio de Gardel

Desde su muerte en un accidente aéreo en 1935, Carlos Gardel se ha convertido en un mito y, como tal, en una fuente inagotable de historias, sobre todo en lo que a su nacimiento se refiere, que oficialmente sucedió en Francia a finales del siglo XIX.


Especialistas en la vida y obra de Carlos Gardel procedentes de varios países tienen una cita en Buenos Aires a partir del lunes para despejar los tintes de misterio que rodean la figura del mayor cantor de tangos de todos los tiempos.



No es casualidad que el nombre escogido por el Centro de Estudios Gardelianos para el Congreso Internacional que organiza del 22 al 28 de septiembre sea el de «¿Quién es Gardel?», pese a que su presidente, Enrique Espina Rawson, piense que muchas de las teorías surgidas acerca de la vida del «zorzal criollo» son «descabelladas».



Desde su muerte en un accidente aéreo en 1935, Gardel se ha convertido en un mito y, como tal, en una fuente inagotable de historias, sobre todo en lo que a su nacimiento se refiere, que oficialmente sucedió en Francia a finales del siglo XIX.



Desde Uruguay refutan que Toulouse haya sido la cuna de Gardel y alegan que nació en una ciudad de ese país, Tacuarembó, fruto de una relación prohibida y que para evitar el escándalo fue entregado a una mujer francesa que se hizo pasar por su madre.



«En los últimos años la vida de Gardel ha sido deformada y atacada con versiones que no se corresponden con una biografía que está documentada fehacientemente», señaló el periodista y escritor argentino Espina Rawson en una entrevista con EFE.



El presidente del Centro de Estudios Gardelianos, que deja en claro que la llamada «uruguayidad» de Gardel le parece «sólo un acto de fe», afirma que en cualquier caso el Congreso de Buenos Aires va a prestar «oídos a todos» los que tengan algo que decir sobre quien más contribuyó a que el tango conquistase el mundo.



Convencido de que «la verdad histórica» va a resplandecer, Espina Rawson destaca que no hay pruebas que puedan contradecir dos documentos legales hallados después de la muerte de Gardel: la partida de nacimiento y la partida de bautismo de Charles Romuald Gardes que se conservan en Toulouse.



Ni siquiera vale para Espina el pasaporte argentino que Gardel llevaba consigo cuando murió en Medellín (Colombia) en el que dice que era nacido en Tacuarembó (Uruguay), el arma más contundente de los defensores de «la cuna uruguaya».



«Gardel toda la vida dijo que era de Tacuarembó», señaló, antes de explicar que cuando se presentó en el consulado uruguayo de Buenos Aires para sacar un documento de identidad no presentó partida de nacimiento que acreditara que ese fue su lugar de nacimiento sino dos testigos que seguramente eran «comprados».



La razón de que mencionara Tacuarembó está clara para Espina: «para Francia era un desertor de la I Guerra Mundial y él quería ir a cantar a ese país y no tener problemas».



Entre los mitos que Espina Rawson espera que caigan en el Congreso está también el pretendido pasado delictivo del cantante, que ha calado tanto que incluso en una cárcel de la ciudad argentina de Ushuaia se muestra a los visitantes la «celda de Gardel».



«Queremos que Gardel trascienda pero por sus hechos positivos no por leyendas negras, ni por teorías descabelladas», dijo.



El objetivo declarado del Congreso es dilucidar, «a través de material documental evaluado con criterio historiográfico, de todos los puntos de controversia que aún subsisten en torno a la vida y a la obra de Carlos Gardel».



Hasta ahora, han prometido su asistencia sobre todo gardelianos argentinos, pero también uruguayos y venezolanos.



Espina augura que los debates más calientes tendrán lugar en la recta final del Congreso, cuando está previsto que expongan especialistas de la Academia Uruguaya del Tango y representantes de la ciudad de Tacuarembó.



Para resolver la polémica sobre el lugar de nacimiento de Gardel, el Centro de Estudios Gardelianos, entidad sin ánimo de lucro creada el año pasado, propondrá que se realice un estudio genético de los restos de Gardel y de su madre, Berta Gardes, ambos enterrados en Buenos Aires, aun a sabiendas de que la justicia puede no dar el permiso para exhumarlos, ya que no hay causa judicial de por medio.



«Acá todo se desarrolla en el terreno de la especulación y para abrir una tumba hay que tener un motivo», dijo Espina, quien también destacó la importancia de una prueba realizada con un nuevo método alemán para demostrar que Berta Gardes y Gardel eran madre e hijo y que será presentada en apoyo de la «historia oficial».



EFE

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