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George W. Bush al desnudo y de la mano del irreverente Michael Moore

Traducido a más de 25 lenguas, esta genial obra anti-Bush revela cómo el actual presidente de EEUU saboteó vergonzosamente los comicios que lo llevaron a la Casa Blanca. Concebida como una dura crítica sobre la sociedad norteamericana y sus gobernantes, el realizador de Bowling for Columbine logra un texto preciso y ágil.


Con Bowling for Columbine, Michael Moore (ganador del Oscar 2003 al mejor documental) creaba con una visión directa, potente, certera y enjuiciadora, una pieza veraz sobre la brutal violenta y desarrollo de la mayor potencia mundial, haciendo hincapié en el eterno y cínico doble discurso de paz de EEUU que durante años ha obnubilado a millones de personas, tanto dentro como más allá de sus fronteras.



Con datos irrefutables, mediante su ácido trabajo documental, Moore ponía en jaque a la nación más poderosa del planeta desnudando los constantes terrores de sus habitantes -provocado por sus mismos gobernantes-, la despiadada discriminación existente, el alocado e incomprensible descontrol en la venta y tenencia de armas y por supuesto la paranoia asesina consciente o inconsciente que habita en cada uno de los miembros de esa sociedad.



Como ocurrió en Bowling for Columbine, Estúpidos hombres blancos no se limita a exponer los planteamientos ideológicos de su realizador, sino que documenta afirmaciones, críticas y acusaciones de corrupción. El texto, que ha supuesto un profundo y acabado trabajo de investigación que destapa las irregularidades que llevaron a George Bush a la Casa Blanca, se cierra con 20 páginas que incluyen las fuentes informativas y textos utilizados en cada capítulo.



Eliminando la posibilidad que negros o personas con antecedentes policiales puedan votar -mayoritariamente adeptos a Al Gore-, Bush se alzó la mayoría en el Estado de Florida. "En lo que parece ser un fraude masivo en Florida, no sólo se borraron del censo a miles de negros con antecedentes, sino también a miles de ciudadanos de color que no habían cometido un delito en su vida, junto con otros miles de votantes potenciales que no habían cometido más que faltas menores".



En otro pasaje de la obra se explicita: "Oficialmente, en Florida, George W. Bush obtuvo una ventaja de 537 votos sobre Al Gore. No resulta temerario afirmar que si se hubiera permitido votar a los miles de ciudadanos negros e hispanos eliminados del censo, el resultado habría sido otro y le habría costado la presidencia a Bush". Agudo, casi agresivo e incisivo, Michael Moore junto con dar a conocer los vergonzosos hechos ocurridos en las elecciones, se encarga de ensuciar -y con razón- la manoseada imagen de un presidente que no lo representa y al que encaró en los Premios Oscar tratándolo de vergüenza nacional.



En el capítulo "Mi querido George", Moore increpa duramente al Bush y realizándole duras interrogantes. "Puesto que tienes al alcance de la mano El Botón que podría hacernos saltar a todos en pedazos, y visto que tus decisiones tienen consecuencias de gran calado para la estabilidad del mundo, me gustaría formularle tres espinosas preguntas, y desearía que respondiese con franqueza: ¿George, eres capaz de leer y escribir como un adulto?, ¿Eres un alcohólico, y en caso de serlo, como afecta esa condición a tus funciones como comandante en jefe?, y por último, ¿eres un delincuente…?.



Sin pelos en la lengua, Michael Moore suelta toda su furia en una divertida sátira política que revela, entre otras cosas, cómo Bush robó las elecciones contando sólo con la ayuda de su hermano, de su primo, los compinches de sus padres, un fraude electoral y unos jueces mansos. Estúpidos hombres blancos es un libro punzante, lúcido, vigoroso y decidor que no queda indiferente ante nadie. Y muchos menos ante la aturdida y embaucada sociedad norteamericana.

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