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Preocupación en Broadway por fracaso de espectáculos

Un ejemplo es «Oldest Living Confederate Widow Tells All» (La viuda confederada viva más vieja lo cuenta todo), interpretada por la veterana actriz Ellen Burstyn, ganadora de varios premios Tony, que se ha convertido en el espectáculo de más corta duración en siete años.


Los empresarios y productores de teatro de Broadway han expresado su preocupación por la escasez de público en nuevos espectáculos, que ha obligado a algunos de ellos a bajar definitivamente el telón a las primeras de cambio.



La mayoría de los espectáculos del circuito de teatro comercial de Nueva York abren con un desfile de «estrellas» por la alfombra roja, captado por numerosos fotógrafos de prensa, pero el estreno no siempre se traduce en éxito, especialmente en esta temporada, que está considerada por los críticos teatrales como la peor desde hace cinco años.



Un ejemplo es «Oldest Living Confederate Widow Tells All» (La viuda confederada viva más vieja lo cuenta todo), interpretada por la veterana actriz Ellen Burstyn, ganadora de varios premios Tony, que se ha convertido en el espectáculo de más corta duración en siete años.



La obra de teatro, que versa sobre una mujer de 90 años que cuenta su vida en una fiesta para recaudar dinero con el fin de reconstruir un orfanato, cerró a las 24 horas de su estreno.



Un destino parecido tuvo la comedia «Bobbi Boland», sobre una ex Miss celosa de la belleza de mujeres más jóvenes, que debía protagonizar Farrah Fawcett, famosa por la serie televisiva «Los Angeles de Charlie».



La obra pudo verse en funciones de pre estreno, pero nunca vio la luz en la cartelera de Broadway, lo que supuso grandes pérdidas para sus productores.



También se quedó en los ensayos «Harmony», una obra sobre unos cantantes judíos en la Alemania nazi, con libreto del reconocido músico Barry Manilow.



Otras obras teatrales siguen las representaciones mientras batallan por su supervivencia, con el temor de que más pronto que tarde deban abandonar los escenarios, como en el caso de «Taboo», un musical de 10 millones de dólares producido por la popular estrella televisiva Rosie O’Donnell.



Las nefastas críticas sobre el espectáculo, que trata del ascenso y la posterior caída de la estrella del pop Boy George en escenarios de Londres en los años ochenta, hace temer por su futuro.



Efecto 11-S



Los expertos dicen que el problema de Broadway, que sobrevivió el impacto de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el receso del turismo por cuestiones económicas, es la mediocridad de estos nuevos espectáculos.



En cambio, algunos empresarios teatrales culpan a las malas críticas, y especialmente a sus autores, de la caída de la audiencia, mientras que otros admiten decisiones erróneas y atribuyen el fenómeno a la fuerte competitividad.



Esta temporada se ha estrenado una veintena de obras y musicales, y aunque algunas han recibido buenas críticas, no logran llenar los teatros, como es el caso de «Anna in the Tropics», basada en el libro de Nilo Cruz premiado con el Pulitzer, o el monólogo «Sexaholix» del cómico colombiano John Leguizamo.



Otros analistas de la industria dicen que el problema es que no han llegado producciones de éxito masivo desde que se estrenaron hace un par de años la versión musical de la película de John Waters, «Hairspray», o el espectáculo de Mel Brooks, «The Producers».



La mayoría de los espectadores van a lo seguro y apuestan por musicales premiados y con críticas excelentes como «Los Miserables», «La Bella y la Bestia», «Cabaret» y «Calle 42», entre otros.



Una de las razones es el elevado coste de las entradas, que, como apuntan los analistas, han aumentado de forma exorbitante en los diez últimos años.


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