A casi tres años del lanzamiento de su anterior propuesta musical, el quinteto californiano Incubus, aparece con su nuevo álbum, A crow left of the murder. Como uno de los máximos exponentes del hard rock y con un agresivo, pero característico estilo, la banda logra crear un intenso conjunto de 14 canciones que enlazan lo mejor de su carrera.
Formados en 1991, por Brandon Boyd (vocalista), Michael Einziger (guitarra), José Pasillas (batería) y el bajista inicial Dirk Lance (Ben Kenney se les unió en el 2003 tras la salida de Lance), Incubus se mostró desde un comienzo como una banda atrevida y original. Con un cierto aire entre Faith No More, Red Hot Chili Peppers y Deftones, el conjunto californiano se ha convertido en una predilección musical contemporánea.
A trece años desde su aparición, lanzan una nueva producción discográfica, A crow left of the murder. Con mucha energía y estilo, su último disco viene confirmar a Incubus como uno de los grandes representantes del hard rock mundial. Mediante 14 dinámicas canciones, la banda demuestra su creativa evolución musical, a más de una década de su formación.
Considerados como unos de los grupos actuales más populares de rock duro (en una mezcla de punk, rap y metal), dentro y fuera de Estados Unidos, el quinteto oriundo de California nos golpea con su reciente trabajo musical, a través de su fuerza frenética tan característica, pero algo más madura.
La poderosa distorsión musical que deja de manifiesto este puñado de sonidos y letras particulares, hacen de A crow left of the murder un disco sólido, desde todo punto de vista. Con una fuerte carga de compromiso social y político, plasmado en los contenidos de cada canción, Incubus, además de presentar una genial mixtura entre arrebato y buena música, regresa (en el 2001 apareció su anterior álbum, Morning View) con sus inconfundibles, pero siempre novedosos nuevos sonidos.
El primer corte del disco es Megalomaniac, un tema que, en pocos minutos, define el tipo de hard rock base que Incubus es capaz de hacer. Así, el álbum se abre con unas interesantes descargas de guitarra y unos potentes acompañamientos de batería, matizados en declive por la inconfundible voz de Brandon Boyd.
El segundo tema, da nombre al disco: A crow left of the murder. Con una intensa guitarra al comienzo, se da rienda suelta a un dinámico punk, intensificado por los acertados coros. A continuación aparece Agoraphobia, un son mucho más lento, delicado, y a la vez muy melódico.
Otras de las canciones que destacan dentro del álbum son: Talk shows on mute, Smile lines, Sick sad little world, Pistola, Priceless, Made for TV movie y Here in my room. Sin duda, Incubus es un gran aporte al hard rock y a la música en general. Su calidad evolutiva y su arriesgada, pero efectiva experimentación artística, los ha consolidado como un representante importante en cuanto a creatividad musical y a agresividad melódica. A crow left of the murder, es el mejor ejemplo.
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