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Criminal volvió para azotar

El último periplo de la banda incluyó fechas en Concepción y Valparaíso, más tres en la capital, con un cierre algo más íntimo, hoy por la noche en el siempre tradicional escenario de La Batuta.


Criminal, la banda más esencial del metal chileno, cierra este miércoles una mini gira por Chile, que no sólo trajo a dos de sus integrantes de vuelta a los escenarios, luego de dos años en Europa, sino que además sirvió para presentar en casa el nuevo disco de la banda, "No gods No masters".



Y es que tras la edición de tres placas entre 1992 y 2002 -Victimized, Dead Soul y Cáncer-, Anton Reisenegger y el hombre de la segunda guitarra, Rodrigo Contreras, decidieron radicarse en Inglaterra, para trabajar con integrantes que reemplazaran a los originales Juan Francisco Cueto (bajo) y José Joaquín Vallejos (batería).



El último periplo de los criminales incluyó fechas en Concepción y Valparaíso, más tres en la capital, con un cierre algo más íntimo, hoy por la noche en el tradicional escenario ñuñoíno de La Batuta.



La nueva "mitad" de la banda -Zac O’Neill y Mark Royce-, más que sumar, aún se limita a seguir los compases de Reisenegger, el cerebro de la banda. Un líder que no se ahorró insultos con el anónimo que le lanzó un escupitajo. "No, conch.. Otro pollo más y nos vamos, conch… Uno, como músico, no se merece eso, conch…", dijo un exaltado Reisenegger al fanático que imitó la inexplicable malacostumbre de gran parte de la tribu rockera local.



La interrupción de su música y la citada salida de madre fue ovacionada, la tarde del domingo, por los cerca de 2 mil espectadores que llegaron a la ex Oz y se convirtió en la exigencia de una reivindicación. El propio vocalista ha dicho que el público nacional se menosprecia y exige, sin razón aparente, que las bandas triunfen primero en el exterior, para darle real crédito. Pero el cuarteto no necesitaba demostrar su calidad. No por nada en su prontuario criminal destacan aperturas de los shows de Kreator, Sepultura y Anthrax en Santiago y la revalidación de su carrera en Europa.



Pese al registro del videoclip para "Deconstruction", el segundo single de "No gods No masters", el público no logró prender demasiado con los temas nuevos -tan o más extremos que los registros más antiguos-, no por haber perdido la comunión con la banda, sino simplemente por la poca familiaridad que aún despiertan. Prueba de ello fue el masivo acompañamiento coral para clásicos como "Self Destruction", "Hijos de la miseria", "New disorder" o "El azote", que terminó por volarle la cabeza a todos aquellos que, a esas alturas de la tocata, dudaban que el thrash del cuarteto sonara como cañón.

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