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Los geniales nuevos sonidos añejos de The Vines

Tocando como si estuvieran conectados a un viejo amplificador, el cuarteto australiano The Vines lanza al mercado su segunda producción discográfica, Winnings Days. Con un sonido más pensado y maduro que su anterior placa, la banda nos entrega un conjunto de once canciones donde se mezclan diferentes estilos para llegar a un rock oscuro, pero cautivante.


Con un estilo que se asemeja algo a The Strokes, el cuarteto australiano The Vines viene a tapar todo ese vacío adolescente que buscaba incansablemente, en discos antiguos, algún estimulo de identificación. Con un rock añejo que mezcla la dosis justa entre desgano y sicodelia, la banda saltó a la fama en el 2002 con su trabajo discográfico debut, Highly Evolved.



Ahora, vuelven nuevamente a marcar tendencia con su nuevo álbum, Winning Days. En este disco, el conjunto demuestra su progresión rockera y la capacidad de aunar diversos estilos en un solo compilado. Con una energía particular, la banda entrega y expele una calidad y dosificación musical bastante amplia. Puede jugar con los ritmos y las dinámicas ofreciéndonos temas potentes como Animal machine, Ride o F.T.W o algo melancólicos como Autumm Shade II, Winnings Days o Rainfall.



Tras finalizar una extensa gira de 18 meses por diversos países, The Vines se encontró ensayando para su nuevo álbum en un granero. De la mano del productor Rob Schnapf (Beck, Elliott Smith) y con un estilo de vida rural, el conjunto se dedicó a componer y trabajar las guitarras y los teclados de lo que sería Winning Days. El extenso tiempo que se tomaron para realizar la producción sirvió para que el álbum reflejara esa sensación de "antaño" que emanan estas once canciones.



Nadie pensaría que los integrantes de The Vines eran cuatro desconocidos oriundos de Sydney que escribían y grababan canciones en viejos casettes. El origen de la banda se remonta a los tiempos en que el guitarrista y vocalista, Craig Nicholls, el bajista, Patrick Matthews y el baterista originario, David Olliffe, se conocieron en la época del instituto ,mientras trabajaban en un McDonald’s. Dedicados a componer en la habitación de Nicholls, ya en el año 2001 tenían más de 30 canciones. Un año más tarde, Ollife emigraría, siendo reemplazado por Hamish Roser y además se integraría como segunda guitarra Ryan Grifáifis.



Desde entonces The Vines se convertiría en una agrupación de gran arrastre entre quienes no encontraban ningún tipo de identificación y esperaban una banda de características especiales. Generando portadas en revistas como Rolling Stones o NME, vendiendo más de 1.5 millones de álbumes de su debut, Highly Evolved o apareciendo en exitosas presentaciones televisivas como "The late shoe" con David Letterman o en los MTV Video Music Awards, The Vines sería catapultado a la categoría de estrellas.



Winning Days aparece como la materialización de todo este repentino éxito, que por más que trasforme la imagen del grupo, este disco viene a decirnos que aún The Vines tiene mucho potencial por delante. Concebido como un trabajo más sólido, maduro y más pensado, Winning Days rompe con todo aquel síntoma sobre la muerte del rock o la agonía de los sonidos contemporáneos.



El disco abre con Ride, un tema que marca de inmediato el estilo de un álbum que oscilará entre la potencia del rock y su símil melancólico. "Ride es muy corta y es la primera canción del álbum. Es un buen modo de comenzar las cosas, creo. La entrada de las guitarras es suficientemente estridente como para engañarte en un falso sentimiento de seguridad. Hay un pequeño verso y luego viene el coro y comienza a ser un poco más… bueno… ruidosa. Es la parte donde decidimos que es tiempo de utilizar los fuegos artificiales que Patrick (Matthews) ha traído en su bolso desde la secundaria", ha señalado recientemente el vocalista, Craig Nicholls.



The Vines cumple dos funciones: reenergizar los sonidos rockeros y revisitar armonías de antaño. Esa mezcla perfecta, que además reúne potencia y nostalgia, da a la banda australiana esa mística y calidad patente en este segundo álbum, Winning Days. Al parecer, hay buenos sonidos para rato.


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