‘Quiero paz con Los Prisioneros, pero depende de si ellos quieren lo mismo’

Para Claudio Narea no es agradable hablar de Los Prisioneros. Dos veces ha salido de la banda en medio de una batahola de declaraciones cruzadas y malos entendidos. La primera vez -la original- logró junto a Miguel Tapia y Jorge González definir todo el descontento y resentimiento de los ’80. La segunda vez, empezando el nuevo siglo, alcanzó a llenar todos los estadios y gimnasios del país con el grupo y editar un disco que hoy (aparte de considerarlo malo) indica como el comienzo del segundo quiebre.



Según un comunicado público que emitió Narea en septiembre pasado, el 18 de agosto del 2003 se reunió con Jorge González, quien le pidió dejar la banda. El líder de Los Prisioneros lo habría acusado de querer sobresalir y filtrar problemas internos del grupo. El guitarrista sólo rompió su silencio para decir que deseaba que la banda desapareciera para siempre de su vida. Pero le siguieron rondando y a principios de junio pasado interpuso una querella contra el grupo por "apropiación indebida" por una abultada deuda que le mantenían. Finalmente, le pagaron y la acción judicial fue retirada.



A principios de esta semana, Emiliano Aguayo, quien trabaja en un libro de entrevistas a Jorge González, aseguró que el conflicto de la banda radicó en un problema de egos entre el protagonista de su libro y Narea. Éste, en todo caso, niega de plano tal versión y culpa, entre otras cosas, a los criterios comerciales y a los "aduladores".



Con una formación que incluye a Sergio Badilla y de manera esporádica al ex No me acuerdo, Gonzalo Yáñez, anoche Los Prisioneros presentaron en el teatro Providencia el segundo álbum de la nueva etapa, Manzana. Mientras, Narea tiene sus propios proyectos musicales. Aparte de producir la canción principal de la película "Promedio Rojo" y crear junto al ex director de radio Rock & Pop, Marcelo Aldunate, dos canciones para el soundtrack de la misma, por estos días comenzará la producción del nuevo disco de Sonica en el estudio de su propia casa. Además ya tiene un set de canciones para su segundo disco como solista.



Aduladores y comunicación cerrada



Claudio Narea no quiere revivir polémica con sus antiguos compañeros de banda, pero quiere dejar un par de puntos en claro. Si bien asegura que ellos tenían todo el derecho a sacarlo del grupo, él también siente que tiene que contar su versión de la historia; al menos una parte, por ahora. Una historia que a su juicio, se inició por diferencias musicales.



"Los problemas partieron con el nuevo disco. Jorge me mostró los demos y yo pensé ‘¿qué vamos a hacer con esto?’. No me cabía en la cabeza que ésas eran realmente las canciones que íbamos a grabar. Entonces, yo dilaté el asunto. Por ahí un periodista ha dicho que yo era flojo y no trabajaba las canciones. Pero, es que yo decía ‘¿qué voy a hacer con esto?’", explica.



-¿Qué piensas de ese disco ahora? ¿Los has escuchado últimamente?
– No, no lo he escuchado más. Lo que creo de ese disco, de esa época, es que partimos como caballo inglés. Yo pensaba que era volver a la banda de mis orígenes y me gustaba mucho estar en ella de vuelta. Pero en el trabajo de ese disco, sentí mucha incomodidad.

– No era un buen disco, sin embargo la gente alrededor de Jorge (González) le decían que el disco era increíble. Siento que eso es lo que pasa con los poderosos. O sea, la gente que está alrededor de (George) Bush le encuentran la razón en todo y así el mundo sigue su curso pronto a estrellarse contra la pared. Hay mucha mentira alrededor de Jorge… digo mentira, sólo en el sentido de que nadie es capaz de decirle las cosas por su nombre. Yo intenté, pero nunca me pelee con él: nunca lo insulté, nunca lo traté mal, él sí a mí.



-¿Dónde crees que están las mayores debilidades de ese disco?
– Creo que en todo. Cada canción es distinta. Hay canciones que tienen una buena idea de letra y la música es horrible. Otras que tienen buenos arreglos y algunas cosas imaginativas en algún punto, y se caen en otros. Siento que la "Canción del Trabajo" es una gran canción… O sea, yo participé en la canción, pero no es la razón porque que la encuentro buena. Eso creo que es Los Prisioneros año 2003, el resto son temas del Jorge solo. No quiso escucharme y el disco fue un fracaso. O sea, vendió inicialmente bien, pero después se estancó. Independiente de eso, hay gente fanática de Los Prisioneros a la que les gusta, pero a mí no me pasan gato por liebre y yo sé cuando estoy escuchando un bueno disco, y ese no lo era.



– ¿Crees que tu relación con Los Prisioneros se quebró por estas mentiras que estaban rodeando al grupo?
– No sé si es mentira la palabra, porque alrededor de Maradona se juntan puros aduladores, alrededor de Jorge también… alrededor de tipos que son importantes, si el Jorge ha hecho canciones memorables. Pero yo también cuando pienso que vamos a grabar un disco, pienso que vamos a hacer canciones potentes. Y que las canciones potentes las va a hacer él. En ningún momento pensé que las iba a hacer yo, simplemente pensé que yo le podía aportar en algo a él. Pero él tenía que hacer canciones a la altura. Creo que no las hizo.



-¿Pero tu culpas a ese grupo de aduladores alrededor de Jorge González por el quiebre?
– Creo que los aduladores que hay alrededor de él, le hacen ver el mundo que no es. Jorge está enceguecido con la envidia. Él cree que lo envidian los medios de comunicación, la gente, y debe pensar lo mismo de mi. Pero no vio más allá, yo no tenía ninguna intención de quitarle su puesto de líder. Simplemente, creo que él tenía que ser más abierto para mirar todo los problemas. Yo era un problema para él porque le decía la verdad. Pero nunca se lo dije en mala onda, sino simplemente le dije, Jorge esperemos más tiempo.



«Ellos no existen para mí»



"Ahora, después de mucho tiempo puedo hablar de ese disco. Lo que pasa además es que había una promesa al interior del grupo de que el disco iba a salir cuando nos gustara a todos", cuenta Claudio Narea.



-¿Y eso no se cumplió por presiones comerciales?
– Por razones comerciales, sí.



¿Tú no has vuelto a hablar con ninguno de ellos?
– No, yo quiero borrarlos de mi vida completamente. Ellos no existen más para mí. Han sido muy dañinos conmigo. Yo le di una oportunidad a Los Prisioneros para que estuvieran conmigo, o al revés, me dieron la oportunidad de estar con ellos. Puse todo el corazón en eso, a lo mejor los otros hicieron también lo mismo. Pero esto se quebró en el momento en que primaron intereses comerciales. Porque para mí lo más importante era mantener a la banda junta. Podíamos haber hecho muchas cosas juntos. Solo todo es más difícil.



¿Te arrepientes de haber hecho un nuevo disco con Los Prisioneros?
– No. Creo que tal vez hubiera sido todo mejor si hubiese quedado en hacer presentaciones con temas antiguos y habernos separado de nuevo. Nadie cacha eso, pero en realidad éramos demasiado distintos. Yo en mi vida no he probado ninguna droga, Jorge sí. Eso ha cambiado la mentalidad de él bastante. Por más que afortunadamente esté sano, afortunadamente tiene su mujer, una familia y se quieren; creo que eso es bueno. Pero ha cambiado bastante y él cree que yo también. Y bueno -y siempre seguramente fue así-, pasaba algo y yo opinaba. Yo no estaba de mono pintado en Los Prisioneros y eso no sé si se habrá notado, pero estuve siempre activo diciendo mi opinión y ellos siempre me tuvieron respeto y cierto temor de que yo fuera tan libre de espíritu.



"Hay cosas que prefiero guárdamelas"



– En este momento Los Prisioneros están sacando un nuevo disco, Manzana. ¿Qué crees que se puede esperar de él?
– No sé. Puedo opinar sobre el disco anterior porque ahí yo estuve. Lo que hagan ya no tiene que ver conmigo y no quiero ni opinar respecto a lo que hagan o lo que no hagan. Me parece bueno que ellos me hayan pagado lo que me debían. Eso hace que para mí se acabe el tema. Hoy puedo hablar, han salido demasiadas voces hablando respecto a Los Prisioneros. No tengo ganas de entrar en debate con ellos, pero si ellos de alguna manera me hacen pelea o dicen cosas que no corresponden, o mienten como lo han hecho en algún momento…. no sé si mentiras importantes, pero…



-¿Como qué mentiras?
– Por ejemplo, cuando yo me fui dijeron cosas ofensivas. Siempre me he tratado de quedar callado porque aprendí. Hace varios años atrás, 10 años, dije cosas respecto a ellos y no me sentía cómodo. Quiero tratar de estar en paz con ellos, pero eso va a depender de si ellos también quieren lo mismo.



-Para aclarar, ¿la querella que pusiste contra la banda ya está completamente cerrada?

– Sí, está solucionado. Me pagaron lo que me debían. Cuando retiré la querella lo conté, pero no cuando la puse, simplemente se supo. No quise decir nada sobre eso, porque era bastante doloroso hacerlo… o sea, tener que estar en una querella, es muy mala onda. Es muy incómodo, muy desgastador. Es como, ya no puede estar peor la cosa.



– Nunca quedó tan claro porque no te pagaron cuando era el momento.
– Porque cuando uno dilata las cosas, paga cuando quiere. Creo que estaban dilatando las cosas más de lo normal.



– Finalmente, ¿se podría decir que los problemas fueron musicales?
– Por supuesto. Son musicales, originalmente. No me sentía cómodo con esta música, encontraba que habían pasado demasiados años y ya no sintonizábamos. Pero sin embargo, estaba dentro de Los Prisioneros y cómo se entendía que yo me fuera…. Pensé en irme, dije "¿qué hago aquí?" cuando ya el Jorge empezó a tomar muy mal el que yo le insinuara que compusiera más. Entonces ahí empezó a quedar la cagá, porque me plantee seriamente y quise hablar con todos…. Jorge no quería hablar conmigo, eso es lo que impuso una lápida en la relación. Entonces hablaba con Miguel (Tapia) y con Carlos (Fonseca), pero ellos no querían entender que el disco estaba en problemas.



-¿Por qué no decidiste irte?
– Hay cosas que prefiero guardármelas, por ahora. Pensé en irme, pero me significaba un gran dolor porque a qué me iba a ir de Los Prisioneros. ¿Acaso era la mejor solución? No, lo mejor era decir conversemos, pero no me querían escuchar. Eso pasó.





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