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Pinti se pone serio: ‘Bush está haciendo todo lo contrario a la paz mundial’

Aunque en el escenario saca carcajadas, fuera de él, en cambio, el comediante argentino evita el humor y saca a relucir una seria veta de analista social. Disecciona el estado del gobierno de Néstor Kirchner y entrega un dramático diagnóstico de las fuerzas en pugna en el mundo. Y no es chiste.


"Me ponés el play y hablo como un loro borracho", amenaza Enrique Pinti desde el otro lado del teléfono en Buenos Aires y lo cumple. Sin pausa expone sobre Néstor Kirchner y la agitación social en Argentina, las dolencias de la clase política de su país, la invasión tecnológica y termina por culpar a George Bush de hacer todo lo contrario para conseguir la paz mundial. El humorista se pone serio.



Mañana lunes, el ya legendario comediante argentino se extenderá por casi dos horas en un «monólogo satírico», en el que además de confesar su imposible relación con la tecnología, disecciona la historia transandina reciente. En Serenata Argentina, show que ha mostrado por años en Buenos Aires y en un par de ocasiones en España, Pinti hace gala de todo su histrionismo, ocupando el escenario sin más acompañantes que sus textos. Como ya es costumbre en sus presentaciones, saca carcajadas. Fuera del escenario, en cambio, el comediante, ameno y cercano, evita los chistes y saca a relucir una seria veta de analista social.



"La Argentina tiene fama de país rico y de país pobre, grande y con muchos problemas. De que todo podría hacerse y, sin embargo, no se hace nada", dice planteando la premisa básica que mueve Serenata Argentina. "¿Cómo es posible que no puedan salir adelante con todo lo que tienen?, me pregunto en el monólogo. Ahí es donde yo ensayo una especie de historia de las ideologías argentinas".



Suena denso y lo es. De hecho, Pinti utiliza su mejor retórica sociológica para exponer lo que a su juicio es el problema básico de la clase política de su país: "En Argentina, las ideologías son más o menos las mismas que hay en todas las partes del mundo, pero están viciadas de entrada. No hay corrientes definidas. De pronto, los estatistas se vuelven privatistas porque conviene en ese momento. Y los privatistas se vuelven estatistas. Las dictaduras militares de la República Argentina han sido siempre movidas por la oligarquía agrícola ganadera, que es de derecha y que siempre ha tenido un esquema conservador liberal. Sin embargo, todas las dictaduras que ellos financiaron fueron estatistas. Cosa rarísima", asegura.



Kerosén al incendio



Al escuchar el nombre de Néstor Kirchner, Pinti pareciera acomodarse al otro lado del teléfono, y sin una mínima intención de sacar una sonrisa, plantea que el actual presidente argentino "se ha movido en aguas turbias", pues heredó lo que según él fue uno de las mayores profundizaciones que hizo Carlos Menem: la exclusión social.



"La peor herencia que recibe Kirchner es un montón de gente que no sabe dialogar, que no sabe discutir, no sabe más que violencia. Los han llevado de forma violenta a estar fuera del sistema, a no comer, a no educarse y de tener que vivir o con la protesta violenta o si no con el robo. Lo cual es de terror", dice Pinti, y añade que si bien el mandatario no ha logrado manejar la agitación social, le "abre crédito".



Y explica su posición señalando que "de todas las actitudes a tomar, tomó la más sabia: que es la de no echar kerosén al incendio. Si él a toda esta situación le agrega una represión violenta, la policía en la calle, palos, golpes, sangre y mil presos por día, me parece que es tirar kerosén sobre el incendio".



Un mundo que no vale nada



La avalancha de chilenos que llegó hasta Buenos Aires el año pasado, aprovechando el conveniente cambio, también pasó por el escenario de Enrique Pinti. Se le acercaban después del show a decirle que aunque habían entendido la mitad, les había encantado. Lo extremadamente local de Serenata Argentina llevó al comediante a modificar levemente el texto, incluyendo aspectos de la contingencia mundial.



Su reflexión de la situación mundial la entiende como una suerte de consuelo para los problemas latinoamericanos. Sin dejar un tono formal, se torna casi grave: «Estamos en manos de gente muy peligrosa. Tanto del lado de los musulmanes, que están dispuestos a todo -ya lo han demostrado-, como del lado occidental. En Estados Unidos e Inglaterra no hay ningún ápice de sentido común. Si del otro lado están locos, de algún lado hay que tener cordura, porque si a la locura de ellos agregas tu propia locura, estamos viviendo en un mundo que no vale nada».



Y sigue arrebatándose con las palabras: "Nadie puede rasgar vestiduras y decir ¡Ay, mirá lo que pasa en la Argentina!, porque salen unos piqueteros y cortan una ruta, como si eso fuera algo comparable con la invasión de Irak. Creo que todos debemos tomar una pastillita para los nervios y no relativizar nuestros problemas, pero tampoco hacerlos grandes. El problema grave está en Bush y su equipo, que están haciendo todo lo contrario a lo que la paz mundial necesita".



Entonces, se queda callado y promete que el lunes en el Teatro Teletón su tono se revestirá de una ironía muy lejana a la gravedad y dramatismo. Promete un sarcasmo que sacará carcajadas.



Serenata Argentina:
Lunes 20 de septiembre, 20:00 horas.
Precios: $18.000.- $15.000.- y $12.000




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