A 10 años de su debut, Rammstein ha trasformado y masificado una mezcla de metal rock y música industrial que los distingue ostensiblemente del resto de las bandas. El sexteto alemán regresa a las disquerías con su reciente placa, Reise, reise.
Formados por Till Lindermann (voz), Flake Lorenz (teclados), Oliver Riedel (bajo), Christoph Schneider (batería), Paul Landers (guitarras) y Richard Kruspe (guitarras), el conjunto alemán nace en enero del ’94 bajo el nombre de Rammstein en honor a una ciudad del mismo nombre y en la cual murieron un centenar de personas tras ser aplastados por aviones italianos que realizaban una exhibición aérea.
En el año 1995, la agrupación de Berlín irrumpió en la escena mundial con un potente, duro y diverso estilo que aunaba ciertas ramas sonoras que daban al sexteto una característica especial. Herzeleid, su producción discográfica debut, obtuvo discos de platinos en varios países europeos, posicionando de inmediato a Rammstein como un conjunto de peso.
Pero es gracias al director norteamericano David Lynch, que la banda alcanza un reconocimiento inimaginable. El cineasta seleccionó dos temas del álbum debut de Rammstein para la banda sonora de su película Carretera Perdida, masificando así un estilo que emergía con fuerza. Sus álbumes posteriores (Sehnsucht en 1997, Live Aus Berlín en 1998 y Mutter en el 2001) lógicamente multiplicaron sus ventas y los consolidaron completamente en todo Europa y gran parte de Estados Unidos, obteniendo numerosos reconocimientos. Rammstein ya hacía historia.
A diez años de su formación, la banda lanza su cuarta producción musical denominada, Reise reise. Una mezcla entre pesadumbre, rock progresivo y música industrial -además de la cautivante voz de ultratumba de Till Lindermann- hacen de la nueva placa de Rammstein un disco sombriamente atrapante y compacto. Con coros incesantes, riff agitados y una furia melódica presente en la mayoría de las composiciones, Reise reise cumple cabalmente con todas las expectativas.
Algunas canciones (como Mein teil que habla sobre el caníbal de Nuremberg) logran crear una atmósfera relativamente siniestra en donde las guitarras entrecortadas y las baterías monótonas logran acoplarse a la perfección con la particular interpretación de Lindermann. Algunas de las canciones que destacan son Keine lust, Reise, reise, Amerika, Morgenstern, Stein um stein y Ohne dich. Resumiendo, un conjunto de 11 temas que funcionan como el mejor ejemplo de lo que es Rammstein: la dosis justa de mezclas de melodías, atmósferas y sensaciones.
Polémicos por naturaleza, Rammstein hace lo que quiere. Y lo hace bien. Con cuatro placas en el mercado, millonarias ventas y una credibilidad que aumenta constantemente, esta banda de Berlín ya es todo un hito dentro de la música mundial. Tal vez es cierto que no conservan la lucidez y explosión de su álbum debut en el ’95, pero es justo decir que en cambio han obtenido una madurez y capacidad de manejar temáticas y melodías como ninguna otra banda.
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