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El melancólico regreso de Erasure

En un tono bastante sombrío y algo alentador, la mítica banda Erasure regresa al mercado con su nueva producción musical, Nightbird. El dúo formado por Andy Bell y Vince Clarke nuevamente hace gala de esa pulcritud técnica que los caracterizara en los 80 y 90 para componer un disco tan intenso como original.


Precursores dentro de la escena pop electrónica, Erasure se formó durante mediados de la década de los 80 pero fue en los años noventa cuando logró un total reconocimiento. Todo comienza cuando Vince Clarke, tras abandonar Depeche Mode y Yazzo, publica un aviso en el periódico en busca de un cantante. Tras una larga audición, Clarke selecciona al desconocido pero talentoso, Andy Bell.



El afán perfeccionista de Clarke y la capacidad vocal innata de Bell, rápidamente dieron frutos. Sus primeros discos materializaron la capacidad musical que esta gran dupla comenzaba a forjar. Pero fue a comienzos de los noventa cuando Erasure dio un salto masivo con su álbum Chorus. Aquí, Clarke se propone dar a conocer completamente su interior musical, marcando el comienzo de una etapa de éxitos impensados como también de polémicas poco comunes.



El principio de la década de los ’90 marcaría una etapa singular en la era de Erasure, trasformándose en una de las primeras bandas comerciales que declararía abiertamente a la prensa la homosexualidad de sus integrantes. Sin embargo, su popularidad y el éxito de álbumes como Abba-Esque, Cowboy, Loveboat o Other People’s Songs, los terminaría de afianzar como uno de los conjuntos de pop electrónico más influyentes en la historia de la música.



Desde que en 1998 a Andy Bell le diagnosticaran el virus del VIH, la banda sólo a publicado dos discos. Y esto por supuesto que tiene una lógica: el excesivo uso de medicamentos para su lucha contra el sida, ha impedido la participación del vocalista en un estudio de grabación. Y es por eso, que el nuevo disco de Erasure, Nightbird, presenta un interés singular. En once canciones, Bell plasma sus experiencias junto a la exquisita pericia técnica de su compañero, Vince Clark.



"El último par de discos fueron un poco tristes y depresivos. Estoy mucho más feliz con todo ahora, lo mismo que Vince", señaló recientemente el vocalista. Y pese a que Nightbird emerge con un disco con un cierto toque de melancolía (en relación a los trabajos que precedían su enfermedad), Bell mezcla algo de su sufrimiento con la alegría de su estabilización, del control de su estado.



Tras 20 años de trayectoria, más de 25 millones de discos vendidos en todo el mundo y una serie de hits innumerables a lo largo de su historia musical, Erasure resurge para demostrar que están más vigentes que nunca. Melancolía, optimismo y mucha destreza musical, se aúnan en Nightbird (placa número 11 en su carrera), una producción musical sentida y directa que marca el relanzamiento de una banda mítica, de una banda fructífera, de Erasure.

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