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Grupo español La oreja de Van Gogh causa furor en Japón

La banda ibérica fue ovacionada por el público nipón en Tokio.


El grupo de pop español La Oreja de Van Gogh recibió ovaciones, piropos y fue fotografiado hasta la saciedad por cerca de un millar de jóvenes que armados de teléfonos móviles y minicámaras de vídeo abarrotaron hoy el Club DUO de esta capital.



El debut japonés de la banda donostiarra se inició con la canción «20 de enero» e incluyó temas como «Soledad y «Cuídate» que antes de llegar a su segunda estrofa ya tenían al público saltando y dando palmas y, ayudados por numerosos hispanohablantes presentes, siguiendo a coro las letras.



La cantante, Amaia, dominó durante hora y media el escenario y provocó una oleada de cumplidos de diversa intensidad con un atuendo simple de vaqueros y una escotada blusa negra, atada en la parte posterior del cuello y con la espalda y los brazos totalmente descubiertos.



«Kirei» (guapa) murmuraban reservados algunos japoneses, «¡Tan linda!» exclamaba una no menos atractiva joven con un dulce acento venezolano que contrastaba con los recios «¡Tía buena!» y «¡Maciza!» que gritaban a voz en cuello los españoles presentes.



Al terminar la séptima canción del repertorio la cantante dijo «gracias» en japonés (arigato) y su tono fue tan convincente que a cambio del cortés aplauso que se reserva a los artistas extranjeros que se atreven con el idioma nipón, el público la premió con un largo y maravillado «¡Oh!».



Una pequeña multitud de minipantallas de móviles encuadraba en diversos tamaños al grupo mientras proseguía con «Deseos de cosas imposibles» y una interpretación de «Tú y yo» que hizo estremecer el local, situado en las colinas del barrio de Shibuya, el corazón de la noche joven de la capital japonesa.



Después de «La Playa» el grupo intentó despedirse, pero fue en vano. El público más que pedir un bis parecía exigir con un aplauso firme una inexorable prolongación que se extendió a tres temas y concluyó con el auditorio en pleno coreando «…las tardes de invierno por Madrid,/ las noches enteras sin dormir,/ la vida se pasa y yo me muero,/ me muero por ti», de «Puedes contar conmigo.»



La salida final del auditorio fue más digna de galácticos del fútbol que de una banda pop en su primera visita, con numerosos fans acudiendo a estrechar la mano de los integrantes del quinteto, Amaia, Xabier, Pablo, Haritz y Alvaro, que se reunieron para más fotos.



Cuando la audiencia japonesa empezó a hacer cola para comprar en la entrada del recinto el último CD, «Lo que te conté mientras te hacías la dormida», el auditorio se despejó y fue posible localizar a un testigo de excepción, el cantante Ramoncín que había estado discretamente camuflado entre el público.



«Siento emoción por los compatriotas», dijo Ramoncín al resumir su impresión de una reacción de público que podría ser descrita, sin exagerar, como una rendición incondicional.



Ramoncín, que acudió al camerino a felicitar a la banda y a hacerse una foto de recuerdo con sus miembros, pidió sin embargo cautela, «pues yo he cantado en la plaza Gorki de Moscú frente a 30.000 espectadores» y añadió que aún está por ver ganancias de sus discos en el mercado ruso.



Amaia y Pablo, el guitarrista del grupo, explicaron a EFE que estaban sorprendidos no solo con el éxito del concierto sino también de la calidez de los japoneses, ya que «nos habían dicho que eran fríos y, al contrario, son simpatiquísimos y muy educados».



El concierto de LODVG, organizado conjuntamente por la Sociedad General de Autores de España (SGAE) y la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI), puso un broche pop al día de España que tuvo lugar en el recinto de la Exposición Universal de Aichi, al oeste del país.



Un concierto de Paco de Lucía y una presentación del Coro de Madrid que cantó el tema tradicional «Sakura» en japonés, fueron el marco cultural para una ceremonia presidida por el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.



EFE

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