Séptima placa del cantautor contiene una decena de canciones que se alejan del estilo estadounidense de sus álbumes anteriores y se acerca más a los sonidos británicos tradicionales.
Aunque tal vez en Chile no sea muy conocido, lo cierto es que David Gray arrasa en Europa. Su último disco, Life in slow motion, ya es un éxito de ventas en países como Inglaterra e Irlanda.
Gray, quien ya ha grabado siete discos, presenta en esta última placa una decena de canciones llenas de metáforas, belleza y emoción que hacen que este álbum sea diametralmente diferente a sus antecesores, pues se aleja de la influencia tradicional estadounidense, dejándose conquistar por ritmos y sonidos más británicos.
Otra de las diferencias sustanciales que tiene Life in slow motion respecto de los discos anteriores, es que para la creación de esta placa Gray trabajó con el productor Marius de Vries, el mismo que ha producido discos de Madonna, U2 y David Bowie.
Los álbumes anteriores de Gray habían sido producidos íntegramente por el autor, sin embargo el resultado obtenido en Life in slow motion es notable, principalmente por la mezcla de sonidos que crean Gray y su productor.
La decena de canciones que componen el álbum logran conectar al que lo escucha con sus emociones, por lo mismo, la placa es un ejemplo del montaje tonal.
