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HIM se lanza a la conquista de América con el larga duración Dark Light

Los incondicionales la denominan precursora del "love metal", en un estilo que combina la corriente gótica en canciones de amor con acordes rockeros. Para sus detractores, es sólo un producto comercial con fecha de vencimiento que se vale de los minutos de fama de Evanescence o The Rasmus.


Amado y odiado por igual, el quinteto HIM cierra con su nuevo disco Dark Light una exitosa década en el Viejo Continente y se apronta al abordaje de América, avalada por Greatest Lovesongs Vol. 666 (1997), Razorblade Romance (2000), Deep Shadows And Brilliant Highlights (2001) y Love Metal (2003) bajo el brazo.



La banda se transformó en suceso en Europa cinco años después de comenzar el trabajo en su natal Finlandia, gracias a su participación en las bandas sonoras de las películas The 13th Floor y Resident Evil: Apocalypse, con el corte Join me in death.



Es la propia naturaleza híbrida de HIM (His Infernal Majesty, en su acepción más popular entre las varias que se manejan en el mundillo musical), la encargada de convertirla en una agrupación de contrastes.



Los incondicionales se aventuran a denominarla como precursora del "love metal", el estilo que combina la corriente gótica en canciones de amor con acordes rockeros y la psicodelia. Para los detractores, es sólo un producto comercial con fecha de vencimiento que se vale de los minutos de fama de Evanescence o The Rasmus y suena como Depeche Mode y Dimmu Borgir metidos en la procesadora de alimentos.



Ratificando en parte aquello, el propio frontman de HIM, Ville Valo, aseguró que el tema "Face of God" captura la esencia del grupo, pues "al principio tenía un punto folkie, pero cuando comenzamos a grabar cambió y se convirtió en algo parecido a los U2 de la época del Achtung baby, mezclado con Queens of the Stone Age y los Bee Gees con un toque infernal".



Comparaciones aparte, Dark Light representa una placa excelentemente trabajada, desde su elegante presentación que emula un afiche cinematográfico, con el "heartagrama" como emblema, hasta la cuidada producción y mezcla de Tim Palmer, quien suma trabajos con el mencionado cuarteto irlandés, Robert Plant, Black Sabbath o David Bowie.

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