Los restos de uno de los padres de la cueca brava serán sepultados en el Cementerio Metropolitano.
A los 91 años, y producto de una gripe -sumada a su dolencia cardíaca-, el fundador del grupo «Los Chileneros», y uno de los fundadores de la cueca brava, murió en la madrugada del domingo.
A su velatorio, en su casa de Estación Central, han llegado generaciones jóvenes y antiguas del folclor y de la cultura, incluido el ministro del área, José Weinstein, convirtiendo su calle en un ambiente cargado de guitarras y música chilena.
El artista se mantuvo lúcido hasta el último día de su vida. Hace un mes presentó su libro Memorias de la cueca brava, y fue galardonado con el premio Presidente de la República, por lo que el año venidero debería haber recibido poco más de ocho millones y medio de pesos.
Sus restos serán enterrados en la bóveda perteneciente al sindicato de folcloristas, en el Cementerio Metropolitano, mañana a las 11 del día.
Con más de 200 cuecas de su autoría, 130 de las cuales han sido grabadas por distintos intérpretes, su figura, su trabajo y enseñanzas son fuente de inspiración para las nuevas generaciones que están revitalizando este género urbano. En los años 60 fundó el grupo «Los Chileneros, junto a Luis Hernán Araneda, «El Baucha»; Raúl Lizama, «El Perico»; Eduardo Mejías «El Mesías» y, más tarde, Carlos Espinoza, «El Pollo», una importante carrera, cuyos temas están registrados en 3 discos publicados por el sello Emi Odeón.
