Cuarteto chileno promociona su primer disco, un trabajo homónimo salido a la calle bajo el rótulo del sello independiente Bolchevique Records.
Un prolijo trabajo es el que ofrece la banda chilena Savannah, con su disco homónimo lanzado bajo la etiqueta del sello independiente Bolchevique Records. En la placa debut, el cuarteto descarga una buena dosis de rock estructurada en mitades marcadas.
La primera de ellas se inicia con Acelerar, el corte promocional, y la componen una decena de temas intensos y potentes con letras de corte sensual, cuyos sonidos recuerdan el espectro de bandas clásicas del hard rock, desde Aerosmith a Motorhead.
Después de Outro, la agrupación fundada como trío que hoy conforman Andrés Cáceres (voz y guitarra), J.P. Villalobos (bajo), Miguel Villagra (guitarra) y Roberto Fuentes (batería) vira hacia la corriente del stoner.
En los tres bonus tracks -Blood Drinker, Piscola Frankestein y Zom-Bi- salen, en efecto, a relucir las influencias que van desde Black Sabbath a Kyuss, los acordes más crudos que le valieron a Savannah la inclusión en la parrilla del Stonerfestt de 2002.
