Con »Song to say goodbye» como single promocional, el quinto álbum de la banda británica logra momentos de alto vuelo con la sombría Space Monkey, en Broken Promise, Meds, Post blue o Infra-red, manteniendo el nivel musical mostrado en anteriores placas.
Placebo es una de esas bandas que han logrado mantener un estilo musical base, fiel y personal, sin desmarcarse de la gran traba de ciertas agrupaciones de música rock alternativa: la comercialización.
Pese a que el trío encabezado por Brian Molko, se caracteriza por un rock pop elegante, depurado y algo rebuscado en su ritmos e interpretación, siempre han estado de la mano con las ventas y el éxito internacional.
Álbumes como Placebo (1996), Without you I’m nothing (1998), Black market music (2000) y Sleeping with ghosts (2003), fueron consolidando la trayectoria de una agrupación que se forjó en base a un rock pop muy británico con guitarras intensas y melodías pegajosas, haciéndose de un estilo muy reconocible y que sin girar de dirección se reinventaba y maduraba disco tras disco.
Establecidos ya por todo el mundo como "la banda de Glam rock", Placebo aparece nuevamente en el mercado este año 2006 con su quinta placa discográfica de estudio denominada, Meds.
Entremezclando baladas hermosas (Follow the cops back home), temas misteriosos y a la vez angustiantes (Space Monkey), canciones rockeras e intensas (Because I want to) y desgarradoras composiciones (Broken Promise), esta placa entrega algo de origen y a la vez renovación dentro de una carrera sólida, continua y avalada por ventas millonarias.
Con la colaboraciones de V V de The Kills (en el tema que da nombre al álbum) y Michael Stipe de REM (en Space Monkey), la nueva apuesta de la banda británica busca de cierta forma volver al sonido de su placa debut (por petición expresa de del productor Dimitri Tikovoj), pero sin dejar de lado esa capacidad de experimentación que provoca particularmente en Meds, una interesante atmósfera oscura y algo perturbadora.
