Cantante oriunda de Cádiz falleció esta madrugada afectada por un cáncer de páncreas.
La cantante Rocío Jurado, de 61 años, falleció esta madrugada de jueves en su domicilio de Madrid como consecuencia del cáncer de páncreas que padecía desde hace dos años y el público desfila por la capilla ardiente instalada en el Centro Cultural de la Villa.
La artista murió rodeada de sus familiares «como ella quería», «tranquila y sin grandes angustias», según comunicó su hermano Amador Mohedano a las seis de la mañana a la puerta del domicilio de la cantante, en la urbanización madrileña de La Moraleja.
El cadáver de Rocío Jurado fue velado por su esposo, José Ortega Cano, y su hija, Rocío Carrasco, junto con el resto de familiares en el domicilio familiar, antes de que sus restos mortales fuesen trasladados al Centro Cultural de la Villa de Madrid.
La cantante será enterrada mañana viernes a las cinco de la tarde en el cementerio municipal de San José de Chipiona (Cádiz), su localidad natal, según anunció su alcalde, Manuel García.
El furgón con los restos mortales de la artista salió a las nueve y media de la mañana de su domicilio particular, escoltado por seis motoristas de la Policía Municipal, y la capilla ardiente quedó abierta al público en el hall del Centro Cultural de la Villa de Madrid a las 11:50 horas, donde desde entonces cientos de ciudadanos desfilan para dar su último adiós a Rocío Jurado.
Junto al féretro, cerrado y cubierto por las banderas de Andalucía y de España, se ha colocado una corona de flores blancas del esposo de la cantante, sus hijos y nietos.
El marido de Rocío Jurado, junto con su madre, Juana Cano, se situaron en unos bancos a un lado del féretro, mientras que al otro se colocaron Rocío Carrasco y su compañero, Fidel Albiac.
Familiares y amigos de la artista continúan llegando a la capilla ardiente para despedirla y acompañar a la familia, mientras que numerosos ciudadanos desfilan delante del féretro.
Las cantantes Marta Sánchez, Rosario, Carmen Sevilla y Dolores Abril, mujer de Juanito Valderrama, el deportista Angel Nieto y la periodista Isabel Gemio han sido algunas de las primeras personas que se han acercado al Centro Cultural de la Villa a darle a Rocío Jurado el último adiós.
A su entrada, Rosario Flores recordaba que Rocío Jurado había tenido mucho contacto con su madre y decía que su muerte, junto a la de Rocío Dúrcal, «es una pérdida muy grande».
Mariano López García, un disc-jockey de 35 años admirador de la cantante, fue la primera persona en acceder a la capilla ardiente nada más quedar ésta abierta al público.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que es «una noticia muy triste la pérdida de una persona tan valiosa, tan querida y tan importante para la cultura popular de nuestro país», mientras que la secretaria de Política Social del PP, Ana Pastor, quien se acercó a la capilla ardiente, la definió como «una gran artista y muy querida por todos».
EFE
