Con una nueva formación, tras la salida del baterista Francisco González, la banda regresa a la disquerías de la mano de su último álbum. Con un sonido más directo y arreglos más sencillos, esta nueva placa marca una reinvención del trío nacional.
Lo de Lucybell ya es carta segura. Años de una exitosa trayectoria, avalada por diversos discos con altos porcentajes de ventas y un sinnúmero de hits radiales, los han trasformado en una de las bandas más importantes (sino la más) del país. Álbumes como Peces (1995), Viajar (1996), Amanece (2000), Sesión Futura (2001), Lumina (2004), entre otros, han cimentado estos más de 15 años de Lucybell.
En los inicios de los 90, Claudio Valenzuela y compañía, deseosos de hacer música, formaban una banda que tomaba como referente al pop británico. Disco tras disco, la agrupación fue evolucionando y mutando, reinventándose y demostrando a su público la versatilidad de su sonido.
Comiendo Fuego se denomina su séptima y más reciente placa, donde por primera vez cuenta con Claudio Valenzuela (guitarra, voz), Eduardo Caces (bajo, coros) y Cote Foncea (batería, coros), este ultimo reemplazando a fines del 2005 a Francisco González. Así, con una docena de temas, Lucybell nos vuelve a demostrar que es capaz de rearmarse, rehacerse.
Con un rock más directo, menos arreglado, el trío nacional da cuenta de una capacidad de originalidad interesante. Si bien, la característica voz de Valenzuela marca la tónica de las composiciones, la batería o guitarras armónicas cobran una relevancia tal vez más ausente en otras producciones.
Fe, el primer corte de Comiendo Fuego da el vamos a lo nuevo de Lucybell. "Fe, no es cerrar los ojos y a creer, como oveja en su prisión. Fe, creo en mi propio error. Fe, vientos soplan fuerte en tu piel, de ellos me sostendré. Creo en mi propio error. Fe, córtate las alas y a correr, nada te va a detener. Fe, no es ver el camino y seguir, como oveja en su ceguez. Cree en tu propio error".
Otros temas que destacan son Eternidad, A perderse, Ráptame del fin, Pez demonio, Porque no estás de pie o Vuelve a mi. Un disco que en su totalidad expele creatividad, renovación y una intención por explorar, buscar y encontrar un rock más simple pero no por eso menos efectivo y bien logrado.
