Integrando con-ciencias es el nombre del innovador proyecto que permitirá que menores ciegos puedan conocer autónomamente el cuerpo humano y el mundo animal, con láminas ilustradas en relieve. El volumen estará disponible en centros especializados, bibliotecas públicas y, más adelante, en librerías.
"¡Mira! ¡Una mariposa!" Le dice Tomás a Paloma, que con el mismo libro en la mano, ya ha comenzado a leer a una velocidad envidiable, olvidándose de todo lo que hay a su alrededor. Tomás y Paloma son ciegos. Están en segundo básico, y lo que leen con las yemas de sus dedos es la primera enciclopedia en Braille que se edita en Chile, llamada Integrando con-ciencias. Los gestores del proyecto, un grupo de veterinarios de la Universidad de Chile, no pueden estar más felices.
La iniciativa es pionera en su línea, y surgió como consecuencia de una experiencia directa de educación a niños con discapacidad visual. Y si una enciclopedia es en general voluminosa, ésta, escrita en braille sobre láminas de PVC y con ilustraciones termoformadas, es cuatro veces una enciclopedia normal.
Hasta ahora, van dos tomos, uno del cuerpo humano y otro del reino animal. Cada libro posee páginas escritas e ilustradas en colores, sobre las cuales se sitúan las láminas en braille, con los dibujos en relieve y texturados, de modo que los niños puedan ‘verlos’ del modo más fidedigno posible.
El trabajo fue arduo. Palitos de maqueta, corcho, masa de moldear, fideos, lentejas, cordones y palitos de maqueta fueron algunos de los objetos que los ilustradores usaron para darle forma a los diferentes animales y partes del cuerpo que mostrarían a los niños. Las ‘maquetas’ se construyen en planchas de cartón, que luego pasan por la máquina de termoformado. En proceso, en pleno siglo XX, está más cerca del siglo XVII, cuando recién se inventó la imprenta. Hacer 50 copias toma cerca de una semana, porque todo sea hace de modo completamente artesanal, y muchas veces retocando las plantillas, para que la impresión quede bien. "La niña que termoforma se hizo experta, y ahora es mañosa, le gusta que todo quede bien marcado. Si no, se repasan las plantillas por detrás, con el punzón. La idea es que quede perfecto", cuenta Verónica Martínez, una de las gestoras del proyecto.
Por ahora, la idea es entregar la enciclopedia a escuelas de niños con discapacidad visual, diferentes organizaciones que trabajen con ellos y bibliotecas públicas -a través del Consejo del Libro, que financió la producción-, pero hay posibilidades de que más adelante, el convenio con una editorial permita también comercializar el volumen en librerías o por catálogos. "La gracia de esto es que puede ser usado por niños con o sin discapacidad visual", explica Verónica.
Veterinarios educadores
Puede parecer extraño que sea un grupo de veterinarios el que ha dado vida a una enciclopedia de educación diferencial. Lo cierto es que ni ellos mismos terminan de entender el proceso que los hizo desembocar en esto.
Verónica Ocáriz, una de las autoras diseñó un programa para enseñar ciencias naturales a niños ciegos del colegio Hellen Keller, a través de un proyecto educativo de la facultad de veterinaria de la Universidad de Chile. Hizo con los resultados su tesis de grado, y en el camino, se ‘engolosinó’. Junto a Verónica Martínez y José Antonio Villarroel, hicieron un proyecto financiado por Fonadis, para confeccionar láminas educativas; así descubrieron el método que aplicaron a la enciclopedia.
Ahora esperan postular nuevamente al fondo del libro para hacer una tercera enciclopedia, esta vez, sobre el reino vegetal. Cada proyecto implica cerca de veinte millones de pesos pero, la inversión se compensa. "Nos sentimos realizados cuando los niños empezaron a leer el libro. El día de la presentación corrieron a tocarlos, y durante todo el cóctel estuvieron leyendo", resume.
