Publicidad

Berlín despierta de letargo post-mundial y baila al son de la Love Parade

Centenares de miles de amantes de la música electrónica se dieron cita en la emblemática Avenida 17 de Junio, para celebrar una nueva edición de la Love Parade, la mayor fiesta de música tecno al aire libre.


Berlín se despertó este sábado del letargo post-mundial y apenas una semana después de concluir el gran espectáculo futbolístico, el centro de la capital se convirtió en escenario de una fiesta superlativa, esta vez de música tecno.



Centenares de miles de amantes de la música electrónica se dieron cita en la emblemática Avenida 17 de Junio, que durante el último mes albergó la denominada «milla del aficionado», para celebrar una nueva edición de la Love Parade, la mayor fiesta de música tecno al aire libre.



Tras una interrupción de dos años motivada por la falta de patrocinadores, la Love Parade reapareció con nuevo organizador, programa ampliado y con vocación de recuperar el atractivo que tuvo al comienzo de la década de los noventa.



Esta vez la Love Parade se ha presentado bajo el lema de «The Love is back» (el amor ha vuelto).



Sus nuevos organizadores Rainer Schaller y Maurice Maué han querido reanimar a un paciente que se creía muerto inyectándole un cóctel de vitaminas musicales más amplio.



En lugar del tecno puro y duro, la nueva Love Parade se presentó con exponentes de todas las facetas de la música electrónica, desde el house y el trance, hasta el electro y el drum’n bass.



A las 12.00 GMT cuarenta carrozas con 230 pinchadiscos de 17 naciones se pusieron simultáneamente en marcha desde una y otra punta de la Avenida, limitada a un lado por la emblemática Puerta de Brandeburgo y por el otro por la Plaza de Ernst Reuter.



En medio, centenares de miles de jóvenes equipados con los silbatos de rigor y ligeros de vestimenta acompañaban el ritmo eléctrico del tecno.



Por primera vez, la música no se centró únicamente en las carrozas sino también hubo actuaciones «vivas» desde escenarios, y es que otra primicia fue la presencia de grupos musicales de «carne y hueso», como las bandas Mia y Reamonn, posiblemente una estrategia para atraer a un público más amplio con música más digerible.



Sascha The Raveboy, de 13 años, fue el pinchadiscos más joven que participó en esta edición, que a primera vista atrajo a un público más joven que en años anteriores.



También la vestimenta parecía más formal que en ediciones anteriores, con poca tela como siempre, pero menos cuero y piercing que en sus etapas más radicales.



La Love Parade, nacida en los ochenta como una concentración de aficionados al tecno, con apenas un par de centenares de seguidores, superó la cifra del millón y medio de participantes en 1999, pero luego cayó en decadencia hasta llegar a su suspensión, el 2004 y 2005.



Fundada por el berlinés Dr. Motte, la Love Parade es considerada la cuna de la música tecno alemana y de la escena house y marca en cada edición las tendencias de la música internacional.



Con 260.000 metros cuadrados de superficie, la Love Parade cuenta con la mayor pista de baile del mundo. El coste total de la Love Parade es de 2,5 millones de euros.



EFE

Publicidad

Tendencias