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Resucitan legendario sello discográfico de la Unidad Popular: Dicap

El primer trabajo de Dicap será un tributo a Gladys Marín, «Mil voces Gladys».


Con toda la fuerza de su historia retorna la «Discoteca del cantar popular», Dicap, que irrumpiera en la agitada escena sesentera con el disco «x Vietnam» de Quilapayún, en el año 1968 , a tono con una época donde los partidos políticos de la izquierda tenían una centralidad en la vida política, social y cultural de Chile. La iniciativa de crear un sello musical fue de las Juventudes Comunistas de Chile, la entonces famosa, Jota Jota Ce Ce.



Dicap recogió en su catálogo el cancionero completo de la Nueva Canción Chilena, su marca se instaló con esa estética mixta entre naif- combativa, que representaron los hermanos Larrea, gráfica que caracterizó una de las distintas almas que tuvo Chile en el empalme sesenta-setenta.



Cincuenta y cinco discos de larga duración a lo largo de sus escasos 5 años de vida en Chile : "Pongo en tus manos abiertas de Víctor Jara"; Inti Illimani; "Poemas de Pablo neruda" con su voz; "Basta" de Quilapayún, todos editados en 1969. El 70 , año de la elección presidencial, publicó La Cantanta Santa María de Iquique, que además de obtener una impresionante circulación, constituyó un hecho cultural de magnitud, en tanto rescate de la memoria del movimiento obrero nortino. Después vendría el Canto al programa; El derecho de vivir en paz de Víctor Jara y la explosión de grupos, intérpretes y cantautores chilenos y latinoamericanos de la más diversa índole que conformó el catálogo Dicap.



Dicap, con un público cautivado con lo que editaba, vendía desde los clásicos «Quila», Víctor Jara, Inti Illimani, Los Parra, pasando por la canción militante de las Brigadas muralistas Ramona Parra, hasta Los Blops, Benny Moré, Tangos del Puerto, Chile con Cuatro Cuerdas y también un emergente Silvio Rodríguez, llegó a controlar cerca del 30% del mercado discográfico chileno, con una singular gestión que sus dueños explicaban en jerga de la época, como apropiación social de las ganancias, sin generación de plusvalía o lucro.



Las oficinas de Dicap, de calle Sazié, fueron allanadas días después del 11 de septiembre de 1973, siendo gran parte de los masters incautados y destruidos. La marca salió al exilio y han sido varios los intentos por tomar su espíritu de espacio de agitación cultural.



La vuelta de Dicap con el disco tributo a Gladys Marín "Mil voces Gladys" está cargada de sentido. La legendaria dirigenta de la izquierda chilena impone en los dos mil su propio sello.


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