El mito viviente del rock argentino, celebró anoche su cumpleaños número 55 con un accidentado concierto que se interrumpió en varias ocasiones por problemas de sonido y ataques de ira del músico.
Como acostumbra hacer desde hace algunos años, el cantautor reunió la noche de ayer lunes a sus fanáticos en un teatro de Buenos Aires para festejar su aniversario junto a varios invitados, entre ellos el primer productor de los Rolling Stones, Andrew Oldham.
Durante el show, García utilizó un sistema de sonido que había probado anteriormente y cuyo fin era transmitir el espectáculo por medio de una frecuencia de radio, por lo que cada asistente debió concurrir con un receptor y auriculares.
El recital se inició con una hora de demora, luego de que el músico llegase al teatro montado en una limusina blanca junto a una modelo vestida de novia punk, pero después de dos canciones comenzaron los inconvenientes con el audio y García tiró al suelo unos teclados y estalló en ira.
Después de una larga pausa, ya de madrugada, el rockero del bigote bicolor y el trío de músicos chilenos que le acompaña, volvieron al escenario para interpretar clásicos como «Demoliendo hoteles», «Nos siguen pegando abajo» y «El fantasma de Canterville», entre otros.
EFE