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La nueva explosión musical de Robbie Williams

El exitoso pop del británico vuelve a las tiendas. En dos años, este es el segundo disco de estudio que saca el cantante. La placa logra una base que se centra en la electrónica y lo experimental.


Las apuestas discográficas de Robbie Williams son grito y plata. Basta recordar el éxito de su visita a Chile para entender el fervoroso fenómeno que causa el artista británico. Esta vez, con su reciente trabajo musical llamado, Rudebox, busca ampliar sus horizontes y pasearse por diversos ritmos.



Funk, pop, dance, electrónica, todo fundido en un intenso álbum de 16 canciones (donde además se toma la licencia de tributar a la reina del pop en She’s Madonna) entre las que destacan Summertime, Louise (Human League), The 80s, The 90s, Lovelight, Bongo Bong and Je Ne T’aime Plus (guiño a Manu Chao), We’re The Pet Shop Boys, entre otros.



El mismo Robbie Williams ha definido a su nueva placa como un hibrido. "Rudebox es muchas cosas diferentes, a veces puede ser una vibra desde el espacio directo al estudio, a veces es una chica verdaderamente sucia bailando con poca ropa, o a veces es un sistema de sonido giganteÂ… A veces es realmente sólo una caja que te dice que no molestes más".



El disco abre con su primer single (que da nombre al álbum), donde las influencias y variedad de corrientes marcan la tónica de lo que seguirá. Pop y eletro funk comienzan a sonar con gran intensidad. Es un hecho que Williams ha construido un disco jugado y arriesgado, pero también es innegable que su apuesta funciona y marca la habilidad del cantante europeo para reinventarse.

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