Una de las bandas con mayor proyección del mundo del jazz chileno, integrada por una de las familias con más historia en este ámbito, los hermanos, hijos y sobrinos Lecaros será protagonista del sexto Festival Internacional de Jazz de Providencia, que comienza el próximo miércoles 17 de enero.
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| Andrés Pérez: saxofonista de «Contracuarteto». |
Félix y Roberto tienen mucho en común. Ambos son músicos, su género predilecto es el jazz. Ambos son hermanos, pero por sobre todo los une un apellido que ha forjado junto a la familia Cuturrufo, una verdadera dinastía del jazz en Chile. Hablamos del clan Lecaros.
Hoy más allá de todos los factores antes mencionados que los unen, suman un nuevo antecedente: "Contracuarteto", el grupo integrado por ambos y que los junta sobre el escenario.
Una de las oportunidades de ver a esta particular banda de jazz será el próximo jueves 18 de este mes, cuando se encarguen de abrir el programa musical de la sexta versión del Festival de Jazz de Providencia ese día.
"Este es un grupo que nace de la idea de mi hermano (Roberto), sin instrumentos armónicos como la guitarra o el piano", cuenta Félix Lecaros, baterista del grupo, quien aporta con estas palabras el ingrediente fundamental de la banda y que, durante sus dos años de existencia, les ha valido la atención del público y la crítica local.
Esas imprescindibles guitarras
Uno de los instrumentos básicos de cualquier grupo, ya sea de rock, pop o jazz en este caso, históricamente han sido las seis cuerdas. Sin embargo, una particular tendencia mundial en los últimos años ha llevado a varios grupos a prescindir de sus solos y riffs.
Los ejemplos más claros provienen del mundo del rock/pop, como es el caso de los británicos de "Coldplay", cuya base musical se sustenta en el piano y el bajo, incorporando esporádicamente una que otra guitarra o "Keane", agrupación que de plano borró las guitarras de su repertorio.
Algo similar ocurre con "Contracuarteto", eso sí, desde la mirada del jazz. Su formación solo incluye como base musical al bajo y la batería, mientras que los preciosismos musicales son responsabilidad de dos saxos (alto y bajo), que permiten una sonoridad alegre y virtuosa, algo así como una especie de "speed bop", si pudiéramos clasificarlo de esa manera.
"Por eso, para no aburrir al público con un grupo que toca simultáneamente y que más encima no cuenta con instrumentos armónicos, decantamos en secciones dedicadas para la batería, el bajo y cada uno de los saxos, lo que se ha transformado en todo un espectáculo en cada una de las presentaciones de Contracuarteto", afirma el baterista.
Camino pavimentado
El peso del apellido de Roberto y Félix se nota y los persigue casi como un ángel protector a donde quiera que vayan. "El apellido ayuda bastante", cuenta Félix a El Mostrador.cl.
"Mi padre viene tocando hace como 40 años y tengo un tío bajista (Pablo Lecaros). Además mi padre fue profesor muchos de los músicos que hoy están tocando jazz en Chile como Carmen Paz González o Mauricio Rodríguez. Por eso es difícil no desprenderse del apellido que en ningún caso nos incomoda. Al contrario, nos ha ayudado bastante para abrirnos paso en un estilo musical que aún se desenvuelve en un nivel subterráneo en cuanto a difusión.
Pero los hermanos Lecaros no son los únicos responsables de mantener el impecable y vertiginoso sonido jazz del grupo. La presencia de los saxofonistas Cristián Gallardo y Andrés Pérez. (el primero en saxofonista alto y el segundo saxofonista tenor), son los encargados de dar vistosidad al grupo.
El principal antecedente de la función que ambos cumplen están en su formación como músicos, ya que ambos salieron de la Conchalí Big Band y fueron alumnos del mítico Carmelo Bustos, miembro fundador y saxofonista de la Orquesta Huambaly.
Síndrome Claudia Acuña
Tras dos años de trabajo, el grupo recién acaba de grabar su primer disco y el estreno apropiado será su participación en el Festival de Jazz de Providencia 2007. Una instancia que mueve a una gran cantidad de personas, adeptos o no, en torno al jazz.
Por eso Félix Lecaros anuncia que junto a sus compañeros esperan con entusiasmo la oportunidad de subir a ese escenario, ya que podrán contar con un alto nivel de exposición en un país donde, dice, "el jazz aún es parte de un grupo reducido".
"Gracias a este festival, que ya lleva seis versiones, la gente sabe un poquito más acerca del jazz. Los festivales ayudan mucho para ver lo que está pasando con el estilo. Por ejemplo, la visita de John Scofield, es una gran ventaja para conocer a un músico que es tremendamente importante en el mundo del jazz en Nueva York.
-¿Cuál es la principal meta de un músico de jazz? ¿Llegar a Nueva York?
-La principal meta siempre es tocar mejor, pero sin duda ir a vivir a Nueva York, a la cuna del jazz en el mundo, es un paso importante.
-Un ejemplo claro de aquello es el caso de Claudia Acuña, quien es una cantante de jazz respetada no solo en Nueva York, sino que en Estados Uunidos?
-A mi me encantaría ir a Nueva York y hacer música allá. El caso de Claudia Acuña es emblemático. Creo que se fue hace como 20 años y sin ningún peso en los bolsillos. Eso demuestra que llegar a esa ciudad no basta para consolidarse, sino que hay un trabajo bastante duro de por medio.
