Publicidad

Nina Simone: Remixada y reimaginada

Aunque parezca una fórmula repetida, la electrónica no puede dejar de revisionar a las grandes voces de la historia de la música. Éste es el caso de la serie »Remixed&reimagined», que recoge en su primera entrega a la jazzista.


Una de las grandes voces femeninas de la historia de la música contemporánea es, sin duda, la de Nina Simone. Una mujer que logró imponer un registro vocal muy particular, cualidad que le permitió pasearse con soltura y elegancia por estilos como el jazz, blues, rhythm and blues y soul.



Una característica que para nada se extravía gracias a las remezclas de 13 de sus mejores canciones, a cargo de una serie de Dj y productores vinculados al mundo de la electrónica, como Francois K., Tony Humprhies, Mocean Worker, Coldcut, Nickodemus, Groovefinder, Madison Park & Jenny B, entre otros.



El álbum, el primero de una serie que recopila las mejores voces del catálogo de RCA Records bajo el título genérico de "Remixed & Reimagined", recoge una serie de grabaciones realizadas por la cantante negra entre 1967 y 1974, uno de los períodos más lúcidos de su carrera.



El disco arranca con la suave y melodiosa versión de "I cant`t see nobody", remixada por Daniel Y., tema que a pesar de la pared de sonido que forman un coro de angelicales voces negras y el constante beat drum&bass, no alteran el registro reposado y grave que caracterizó el trabajo musical de Simone, y que finalmente le proporcionó un sello particular, que encuentra reminiscencias en el trabajo musical y vocal de otro grande del jazz: Duke Ellington.



La placa continúa su repaso por estas canciones -que cuentan con más de 40 años de historia, pero que rejuvenecen gracias a la electrónica-, con "Funkier than mosquito`s tweeter", tema que parece sacado de cualquier serie policial de los años ’70 y que divaga entre sonidos tribalistas, loops y voces dobladas que permiten a Nina alcanzar una serie de particulares tonalidades, y que transforman al tema en un ideal para el Dj principiante que solo se dedica a pinchar discos en fiestas.



Una de las gracias del disco es que devuelve a Simone al oído de manera más universal. La saca de su estereotipo jazz y la hace atractiva para otro público, lejano a su trabajo musical en estudio.



El mejor ejemplo es el tercer corte del disco. Una alegre y amable melodía de bronces y guitarras, similares a la última época sonora de Elvis. Se trata de la bailable "Ain’t got no – I got life", un canto a la esperanza y a la vida, acorde con los ideales sociales de Nina, una fuerte defensora de los derechos civiles en los Estados Unidos. Pensamiento que mantuvo en pie durante su existencia y que la obligó a abandonar su país tras el asesinato de Martin Luther King, hastiada de la segregación racial contra los afroamericanos en Estados Unidos.



De ahí en adelante, los efectos sonoros aumentan y dan a la voz de Simone el merecido tono de leyenda, que no cualquiera logra conseguir, honor sólo reservado para algunos y que justifica la presencia de la cantante en esta serie de discos remixados por generaciones de músicos posteriores.



En "Save me", se desata el eclecticismo propio del canto de la artista, en una canción sonoramente extraña y lúdica, a momentos obscura, ideal para la reflexión.



El quiebre es evidente con la sucesora, "Turn me on", quizá uno de los cortes menos logrados, donde la pasividad de la voz no concuerda del todo con la "adrenalizada" melodía a cargo de Toni Humphries Got U Turned Oon Dub.



Uno de los covers más universales que llegó al cancionero de Nina Simone fue el ya clásico tema compuesto por George Harrison, y que hizo popular junto a The Beatles, "Here come the sun", mezclado y rearmado por Francois K., quien logra identificar la esencia de la canción y da una perfecta aceleración a su drum&bass, uno de los estilos de la música electrónica que más se repite en este disco y que parece ir perfectamente acorde con la voz de Simone.



Con "Westwind", "Go to hell" y "My man`s gone now", los cortes que dan continuidad al disco, pasa algo curioso, pues las formulas usadas en los anteriores temas se repiten, con una notoria ausencia de imaginación, elemento preponderante en un disco de reversiones de electrónica.



Sin embargo, la placa toma un rumbo vertiginosamente diferente y vuelve a sus mejores pasajes iniciales, cuando todo parecía perdido. El motivo es la reversión de "The look of love", tema que levanta nuevamente los ánimos de quien escucha, sin perder la delicadeza de la voz y que a momentos logra poner la piel de gallina.



De ahí continua la entretenida reversión de "O-o-h child", para caer en la sobrecargada y casi al borde del kitsch "To love somebody".



No obstante, el disco se despide muy bien, con la remezcla de la versión en vivo que Nina Simone dejó en su extenso catálogo para "Obeah Woman", a cargo de Dj Logic y que recoge toda la mágica que Simone plasmaba en sus presentaciones. Simplemente, un imperdible para este verano.



______

Publicidad

Tendencias