El viejo de los ojos azules regresa a los escaparates nacionales con una nueva placa que recupera sus interpretaciones más famosas. Una muestra de aquellas canciones ya pasaron a la categoría de clásicos.
El nombre de Frank Sinatra se inscribe dentro de esos imprescindibles de la música popular. Su voz dio vida a 1.300 canciones que, incluso, han tenido otras impecables versiones que no han sido ampliamente difundidas.
Más de 150 millones de discos vendidos en todo el mundo, 26 álbumes de Oro y 9 premios Grammy avalan una carrera llena de éxitos que, producto de su alta rotación, parecen haberse convertido en clichés, pero que terminan levantando la frente cada que vez que vuelven a sonar.
Esa fue una de las principales gracias de Sinatra, hacer del standars y el jazz de big band -el mismo que Duke Ellington hizo popular-, un sonido de alta difusión, instaurado en la memoria, en años donde el rey era el rock & roll.
El regreso discográfico de Frank se llama "Song from the heart" (Canciones desde el corazón). Y es precisamente aquí, en los temas más emotivos donde Sinatra se luce. Su fraseo, sus quiebres, ritmos, su acercamiento al oyente y su siempre inolvidable voz de plata hacen de esta compilación un disfrute obligado, que sonará mucho mejor acompañado.
El motivo principal es la reunión del cancionero romántico de este cronner. 21 canciones que hablan del amor, un tema para nada ajeno en Sinatra. Nancy Barbato, con la que se casó en 1938, fue su primera mujer. Sin embargo, su período más intenso fue la década del ’50. Entre sus parejas se cuentan Judy Garland, Kim Novak y Lauren Bacall, a quien llegaría a pedir el matrimonio en 1958 para finalmente romper él mismo el compromiso.
Relaciones que no están ajenas al repertorio de este disco, pues precisamente se trata de canciones registradas entre 1957 y 1963. La placa comienza quizá con uno de los temas inmortales de su repertorio y que hizo famoso entre las nuevas generaciones gracias al dueto junto al vocalista de U2, Bono, en la década del 90, "I´ve got you under my skin".
La lista de tracks continúa con "Time after time", una sublime balada que fue grabada, junto al resto de las canciones, bajo el sello discográfico Capitol Records, transformándose en las últimas melodías difundidas bajo el alero de esa etiqueta musical. El motivo central del quiebre fue la molestia que generó en el artista la poca libertad que tenía su trabajo a finales de los 50, impulsando su propia firma: Reprise.
Según cuenta una de sus tantas biografías, Sinatra «creía que su disquera ponía muchos obstáculos a su forma de grabar discos; él quería hacerlo a su manera, quería seleccionar sus propias melodías, grabar cuando quisiese, programar el lanzamiento de sus discos para las fechas en que consideraba que debían estar en las tiendas, e incluso adelantarse a los demás artistas»
Entre los puntos altos del disco figura el corte número 3, "Day by day". Caminar escuchando este tema, es un ejercicio útil que transporta a través de la imaginación a cualquier avenida de Nueva York, a pesar de que el mayor éxito comercial de Sinatra fue precisamente «New York, New York». que este disco no incluye.
Lo mismo ocurre con "Too Marvelous for words", otra melodía que contrasta vertiginosamente al oído con la entrada de «My Funny Valentine», una de las canciones más profundas del disco y que evoca a un viejo amor, de esos que jamás se olvidan, un retrato implícito de la vida del cantante.
También figura "Cheek to cheek", escrita por Irving Berlin en 1935 y que entre sus intérpretes más memorables tuvo Ella Fitzgerald -la dama del jazz-, Bing Crosby, Louis Armstrong, Eva Cassidy, Doris Day y Jane Monheit.
A pesar de lo que transmite la voz de Sinatra en este compilado, energía en temas "Almost like being in love", la delicadeza de "As time goes by" o la psaionalidad de Angel eyes", la época en que estas canciones fueron grabadas fue más que turbulenta para el artista.
Tras la muerte de Frank Sinatra, el artista pasó a engrosar la lista de cantantes y músicos que desde el sepulcro siguen haciendo noticia y lo más importante de todo para la industria detrás de cada uno de ellos, millones de dólares al año. «Song from the hearts" es otro de esos productos. Sin embargo, para los fanáticos poco importa aquello, porque lo más destacable es la permanencia de un de las voces de "oro" del siglo pasado.
____________
