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«A New Groove», tecnología barata y casera al servicio de la música

Hace varios años que el sello independiente Putumayo viene bombardeando a los chilenos con sonidos distintos a los que forman parte de la gran industria. Su más reciente compilatorio, »A New Groove», es otro buen ejemplo.


En los últimos años, el rápido crecimiento de la industria tecnológica ha servido de puente para acercar cada rincón del planeta y unir culturas distantes, a través de las nuevas formas de comunicación.



El advenimiento de la radio en Internet y la televisión digital permite intercambios culturales, cruzando océanos en pocos segundos. No sorprende que esta revolución tecnológica haya tenido profundo impacto en los modos en que se compone y se escucha música.



Los avances en la tecnología permiten utilizar una computadora portátil como un moderno estudio de grabación, haciendo posible que músicos independientes produzcan, graben y mastericen sus trabajos, prescindiendo de los servicios de los estudios comerciales. La facilidad también les permitió escuchar e incorporar otros elementos a sus propuestas sonoras.



El mejor ejemplo de lo anterior son los artistas y canciones presentadas en el nuevo compilado del sello neoyorquino, Putumayo Record, que ya se encuentra disponible en nuestro país. Se trata del álbum titulado "A New Groove", que recoge a una serie de artistas de todo el mundo, cuyos trabajos forman parte y se sirven de esta revolución tecnológica.



El disco es un ejemplo de lucidez musical y de buena factura sonora, donde converge la tecnología del "home-studio" y el talento de los artistas, demostrando que la tecnología no tiene barreras ni límites, incluso de distancias, etáreas, raciales o socioeconómicas.



Es así como en "A New Groove" convergen artistas de Puerto Rico, Inglaterra, Cuba, Estados Unidos, Canadá, Australia, Suecia y Alemania, unidos por el uso de tecnologías caseras y de bajo costo, pero provistas de gran calidad técnica, derribando el mito del estudio de grabación o del productor famoso que se fijó en sus canciones en una presentación underground.



Todo indica que en 2007 hacer música es mucho más fácil, teniendo presente que lo único que importa es el talento y la vocación, algo que queda más que claro en este álbum que parte con "In the back of the car", a cargo del cantante y productor danés de dud`n`soul Emil Jonathan Soegaard, más conocido en su país bajo el seudónimo de "Emo".



Basándose en su experiencia en una banda de jazz, donde participó como músico desde la adolescencia, y su atracción inevitable por las dulces y armoniosas vocalizaciones del soul, construye una propuesta sonora provista de una gran rítmica, que emula la construcción sonora de grandes del soul como Aretha Franklin y James Brown, con un renovado ambiente sonoro moderno y fresco, sedimentado sobre un fraseo jazzero de vibráfono, mientras canta sobre una noche de amor entre una pareja en la parte trasera de un automóvil.



La placa continúa su recorrido con "Dirty Laundry", a cargo del dúo "Bitter:Sweet", integrado por Shana Halligan y Kiran Shahani, quienes decidieron armar este proyecto musical tras conocerse por una aviso publicado en Internet.



La principal gracia del dúo es la facilidad con que de desenvuelven en el mundo del sampler, una antigua técnica usada en los primeros años del rap y el hip hop y que trascendió a la electrónica y al rock, y que consiste en tomar melodías prestadas y mezclarlas a través de un procesador.



Aquí la fórmula funciona perfectamente gracias a la delicada voz Halligan que, a momentos, recuerda a timbres femeninos insignes del jazz y el estándar jazz como Nina Simone.



La apuesta latina que hace Putumayo en "A New Groove" es a través del trabajo sonoro de Gabriel Ríos, músico nacido y criado en Puerto Rico, que pasó gran parte de su juventud como un «inadaptado» en el terreno musical ya que, más que abrazar los géneros populares de su país como la salsa, el merengue y reggaeton, se introdujo en el mundo del punk rock.



No fue hasta 1996 cuando se mudó a Bélgica, lugar donde después de varios años tocando junto a bandas de rock local, sintió la necesidad de volver a las raíces sonoras de su natal Puerto Rico, las mismas que había rechazado durante años, para fusionar esos géneros con un delicado toque de electrónica, dando frescura a sonoridades que han hecho famosas gente como Rubén Blades y Willy Colón, entre otros, y que en la placa están representadas en la canción "Unrock".



Algo similar al trabajo de Ríos está plasmado en "The lost song", destacado en esta selección de Putumayo y responsabilidad del grupo australiano "The Cat Empire", que logra una perfecta combinación de jazz, ska, hip-hop y funk, haciendo muy difícil reconocer su música bajo un solo estilo.



Uno de los cortes más interesantes del disco lo aporta la británica Alice Russell, quien logra a través de un renovado swing jazz, construir una pared de melodías que no deja indiferente al que escucha su canción titulada "High Up on the Hook"; corte con claras influencias soul y elementos electrónicos que permiten mirar el swing desde otra esquina y que toma elementos del trabajo musical de Chaka Kahn y Steve Wonder.



Las tornamesas también forman parte de "A New Groove", a cargo del MC (cantante rapero) "K.Os" (Kevin Brereton), quien agrega a su fraseo vocal toques de reggae, pop y jazz, que, con frecuencia, presenta instrumentación en vivo y guitarras acústicas, generando un perfecto balance con las melodías vocales, elemento fundamental en el estilo que profesa y que también comparte con la propuesta musical de "Linn &Freddie" con el tema "L.I.N.N.", el que sólo se diferencia en su forma de componer canciones.



Muy distinta es la apuesta de "Radio Citizen" con "The Hop", a cargo de Niko Schabel, quien comenzó haciendo música electrónica en 1993, utilizando un económico sintetizador. Desde ese minuto, este productor alemán inició un largo recorrido por la electrónica que derivó en una interesante fusión orientada a los instrumentos de vientos propios del jazz como el saxo alto, clarinete y flauta, que logran la comunión con el aporte del piano eléctrico y el sintetizador, para dar forma a su estilo.



Las guitarras acústicas y melodiosas llegan de la mano de "Jehro", artista francés avecindado en Londres y que tras crecer escuchando música característica de su país, como las canciones del poeta y cantautor George Brassens, decidió empaparse de los sonidos jamaiquinos y sudamericanos, para dar forma a un sonido multicultural que a momentos encuentra un punto de conexión con lo que antes hizo Manu Chao, ex integrante de la mítica banda "Mano Negra".



La placa concluye su recorrido musical y de divergencia cultural sonora con la agradable "Until the Morning", a cargo del dúo "Thievery Corporation", integrado por Rob Garza y Eric Hilton, dos veteranos de la electrónica, quienes deciden volcarse absolutamente a uno de los subgéneros electrónicos más interesantes, el chill-out (que en inglés significa relajarse, aunque también se aplica a este género de música electrónica, muy suave y donde la intención es interpretar distintas melodías, dependiendo del estado de ánimo de la persona), fusionado a momentos con leves toques de acid.jazz y trip-hop, algo que vienen haciendo desde 1996.



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