Cantante británica, que debutó en 2003, regresa con una muestra de su evolución musical y de sus privilegiadas dotes vocales que la posicionan como la nueva Aretha Flanklin del soul.
Cuando Joss Stone apreció en las radios del mundo cantando el cover "Super Duper Love", nadie podía creer que se tratara de una chica de tez blanca. Lo más impresionante era el parecido de su tono de voz con una de las reinas del soul, Aretha Franklin.
Ahora cada vez que Stone suena en una emisora es fácil reconocerla. Todo gracias al trabajo musical sistemático y a la evolución de sus composiciones que, en esta nueva placa, están más presentes que en sus anteriores discos, donde probó éxitos de otros artistas. Por eso, »Introducing» tiene sabor a debut.
A pesar de su corta trayectoria, Joss, que el próximo 11 de abril cumplirá 20 años, ha sabido aprovechar muy bien sus espacios, algo que con esta producción quiere reafirmar por completo.
En "Introducing" pululan los temas derechamente soul, con coros femeninos que predominan tal como las voces femeninas negras lo hicieron en los años 60, rescatando del "gospel" aquella identificación con la que alcanzaron la fama.
No obstante, en este disco expande sus brazos a derivaciones del mismo estilo, como el R&B, para mezclar dichas sonoridades con voces hip hop muy suaves que dan un toque de modernidad a su música, cuyo origen se encuentra hace cuarenta años.
La placa parte con la poetne "Changes", con un intro recitado a cargo de Vinnie Jones, que le da un toque particular al tema que lanza sus primeros "bits" con reminiscencias de swing muy suaves y que poco a poco van dando al suave "soul" al que nos acostumbró con sus dos anteriores producciones y sus fraseos vocales sostenidos y agudos a instantes muy precisos, con sus susurros que solo son propios del estilo musical que profesa.
Con "Girl they won`t believe it", Joss lleva al soul a una evolución Sonora que mezcla dos décadas sonoras, gracias a los tintes de música disco que están presentes de fondo, haciendo particular a esta pieza, uno de los puntos altos del disco.
En "Headtuanea", tercer corte del disco, los acompañamientos hip hop son más presentes. Incluso, de manera muy sutil, ella se atreve hacer lo mismo en pasajes de la canción, aunque rápidamente retoma su forma de cantar.
Lo curioso es que de ahí en adelante los temas repiten una y otra vez la fórmula. Una ecuación que no resulta desagradable, pues todas las canciones cuentan con un "feeling" especial, aunque tampoco para transformarlas piezas en maravillas del repertorio soul.
Eso ocurre con temas como "Tell me ´bout it" y "Tell me what we`re gonna do now", este último que, más allá de la estructura musical del tema, destaca por la impecable interpretación vocal.
Las bases y el uso de efectos sonoros y máquinas que secuencian golpes de batería se hacen presentes en "Music", tema que llega a refrescar en medio de la placa, para dar paso a la mezcla de soul y jazz en la intriducción de "Arms of my baby".
"Bad habit" y "Proper nice" son canciones que, aunque resultan agradables al oído, seguramente no se convertirán en singles, por lo convencionales de su sonoridad. No ocurre lo mismo con "Bruised but not broken", una interesante balada, una de las pocas en el disco, donde Stone, entrega una interesante estructura musical.
De ahí siguen "Baby, baby, babt", un tema que recuerda los mejores años de "Jackson Five", para continuar con "What were we thinking", otra balada que explícitamente recuerda temas como "(You make me fell like) A Natural Woman", un verdadero clásico del soul que seguramente inspiró a Stone. La placa concluye con "Musc outro", tema que continúa en la línea de la balada y que también recuerda a la gloriosa Aretha, pero que a estas alturas del disco parece demasiado.
