El ex vocalista de Pink Floy dio un recital calificado como apoteosico por los miles de faní ticos.
El músico Roger Waters, líder de la desaparecida banda de rock Pink Floyd, atrajo a cerca de 35.000 personas, entre ellas numerosos cuarentones y cincuentones, para el concierto que ofreció en la noche del viernes en la Plaza del Apoteosis del Sambódromo, el altar del samba en Río de Janeiro.
La dosis debe repetirse en la noche de este sábado, cuando el músico se presentará en el estadio Morumbí de Sao Paulo para 45.000 personas que ya agotaron las entradas.
Ni la lluvia que apenas cesó pocos minutos antes del espectáculo de Río de Janeiro ni el apagón que interrumpió la presentación por doce minutos consiguieron deslucir la presentación de Waters en la Plaza del Apoteosis, como es conocida la parte final del Sambódromo y en donde concluyen su desfile las escuelas de samba que todos los años animan el famoso Carnaval de Río de Janeiro.
El ex líder de Pink Floyd literalmente llevó a los cariocas al «Apoteosis» con una presentación en que destacaron las músicas del disco «Dark Side of The Moon» (El lado oscuro de la luna), nombre de su actual gira, pero en la que no faltaron los mayores éxitos de la desaparecida banda inglesa.
Los cariocas al parecer no sintieron la falta de los demás miembros del grupo.
«Ustedes cantaron tan alto que el sonido explotó», afirmó un animado Waters cuando los técnicos finalmente pudieron restablecer la energía tras un apagón que interrumpió el concierto casi al final de la presentación y que nadie supo explicar.
El músico se refirió a la forma como los cariocas cantaron a su lado prácticamente todas las músicas y a la animada participación del público.
El concierto comenzó puntualmente a las 21.30 hora local del viernes (0.30 GMT de este sábado), con músicas como «In the flesh» y «Mother», y sólo terminó unos minutos después de la medianoche.
Las composiciones de «The dark side of de moon» fueron interpretadas todas juntas durante la segunda parte del concierto.
En la animación del espectáculo ayudaron especialmente los efectos especiales, entre ellos tres pantallas gigantes de alta resolución y los juegos sonoros y de luces.
Tampoco falto el famoso y enorme cerdo volador rosado de plástico, capa del disco «Animals» (1977) y que sobrevoló el Sambódromo con expresiones de protesta en inglés y en portugués como «Bush no estamos a la venta» y «El miedo construye murallas».
No faltó la frase «Hey killers. Leave our kids alone» (Hey, asesinos. Dejen en paz nuestros niños» en referencia a la violenta muerte de un niño que en febrero pasado conmovió a Río de Janeiro y que ha generado varias manifestaciones.
La interpretación de «Another Brick In The Wall – Part 2» contó con el refuerzo del coro infantil de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Los miembros fueron abrazados uno a uno por Waters, que agradeció su participación en portugués.
Según la policía, pese a la multitud, no se registró ningún incidente en la Plaza del Apoteosis, cuyos puestos de salud tan sólo atendieron a algunas personas que abusaron de la bebida.
La etapa latinoamericana de la gira de Waters, que ya pasó por México, Colombia, Perú, Chile y Argentina, concluirá esta noche en Sao Paulo.
Después proseguirá por Suiza, República Checa, Hungría, Alemania, España, Italia, Bélgica, Suecia, Noruega, Dinamarca, Francia, Holanda, Reino Unido e Irlanda, para desembarcar finalmente en mayo en Estados Unidos
