Una de las más fieles adherentes al gobierno de Michelle Bachelet en el medio artístico es la actriz Delfina Guzmán. Si bien reconoce algunas complejidades durante su administración, considera que la mayoría de las críticas son infundadas. »La derecha encuentra todo malo, solo piensa en destruir y con eso tapar el enredo que tienen entre ellos».
El mundo de la cultura en Chile siempre ha tenido un alto compromiso político con la Concertación. Desde el plebiscito del NO de 1988, cuando el gremio artístico por completo se unió para dar vida a una de las campañas políticas más trascendentales en la historia del país, mayoritariamente ha sido así.
No obstante, las cosas parecen haber cambiado y el sector, aunque sin pasar a la derecha, se ve disgregado y poco opinante y para nada crítico en materia política, sobre todo con el actual gobierno de Michelle Bachelet.
Una teoría que la actriz Delfina Guzmán desmiente por completo. Su larga trayectoria y su fuerte compromiso político con la actual administración dicen lo contrario y asegura que entre los actores chilenos, el apoyo sigue siendo el mismo que desde hace más de 15 años con el conglomerado político que gobierna el país.
«A la Presidenta le ha tocado administrar un país que vive momentos complejos y procesos complicados que, por dichas características, son muy importantes. Pero creo que ha cumplido todas las necesidades pendientes de manera correcta, tal cual como soñábamos todos los que votamos por ella», asegura la actriz en entrevista con el El Mostrador.cl.
-Uno de los temas que más ha golpeado al gobierno de Bachelet ha sido el nuevo sistema de transporte que, según las encuestas, ha bajado la popularidad de la Presidenta. ¿Cómo evalúa la gestión de Michelle Bachelet con respecto a este tema?
-Creo que la Presidenta es una persona capaz de solucionar los problemas y no sacándole el cuerpo y como dijo ella, creo que no tiene alma de avestruz para esconder la cabeza frente a la adversidad. Desde ese punto de vista y considerando la gallardía que ha demostrado, no creo que este punto en particular desprestigie su imagen.
-No obstante, la gente sigue esperando largos períodos de tiempo en los paraderos y, a pesar de las mejoras, el sistema sigue siendo deficiente, instantes donde los chilenos ven con malos ojos la administración de Bachelet…
-Bueno, ha sido un tema complicado, ha ocurrido en todas partes del mundo. Pero no solo hay que fijarse en el sistema. Cambiar una rutina tan importante como el desplazamiento diario de la población requiere tiempo, porque hablamos de un cambio cultural de fondo, que necesita madurar en las personas y eso es otro aspecto que poco se ha difundido.
Entre las críticas más recientes figura la demora del gobierno de Bachelet para satisfacer las demandas de Aisén antes de que se registrara el movimiento sísmico con consecuencias fatales. ¿Cree que hubo negligencia por parte del Gobierno en este punto?
-No, para nada. La Presidenta estuvo ahí y llegó para brindar su solidaridad y tomar las medidas correspondientes. Hay que pensar que también hay autoridades regionales que deben preocuparse del tema y no tirar encima toda la responsabilidad al gobierno central.
La infundadas críticas de la derecha
Tanto Transantiago como la demora en la concurrencia de las autoridades en Aisén, han sido caldo de cultivo para que la derecha apunte sus dardos contra Bachelet, incluso con duros epítetos. Tal comportamiento, según Guzmán, reflejan el empobrecimiento de la discusión política en Chile, especialmente las críticas que provienen de la Alianza. "Cuando no hay argumentos para discutir, siempre ocurren este tipo de cosas", asegura.
-¿Esa falta de argumentos justifica la alta rotación de calificativos fuertes como "demagogia estúpida" hacia el Gobierno?
-Nada puede justificar una discusión bajo esos términos. La derecha siempre termina diciendo alguna grosería, es un buen sustituto a una buena idea, a un buen propósito o a una buena fe. Siempre que no existen argumentos la grosería, la ordinariez y la vulgaridad prevalecen.
-¿Siente que la derecha está apelando al "machismo" para criticar a la Presidenta?
-No creo que sean machistas, yo creo que las justificaciones para las críticas que se están haciendo son básicamente la falta de ideas. La derecha encuentra todo malo, solo piensa en destruir y con eso tapar el enredo que tienen entre ellos.
-¿Cómo debe seguir actuando Michelle Bachelet ante estas críticas?
-Bueno, no creo que yo sea la persona indicada para decirle cómo actuar a la Presidenta de la República, pero ella sigue produciendo en mí y en muchos chilenos, la gran mayoría, una sensación de absoluta confianza.
Cultura Bachelet
Uno de los aspectos que más satisfecha tiene a Guzmán con respecto a la gestión de Bachelet es el aumento de las políticas estatales impulsadas por medio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCLA). "Chile está en un proceso cultural acorde con la evolución de los tiempo, donde la Presidenta, junto a su equipo político está sosteniéndolo de muy buena manera", dice la actriz, en especial por la pronta celebración del Día Nacional del Teatro, que se celebrará a partir del próximo 7 de mayo.
No obstante. El fantasma de la suspensión del programa "Epopeya" de TVN, sigue dando vuelta, a pesar de su reprogramación en tres ediciones los próximos días 6, 13 y 20 de mayo.
-¿Considera que la suspensión del programa ha sido uno de los impasses más notorios en materia de cultura del Gobierno?
-A mí ese tipo de programas o productos artísticos, lo que más me interesa, es que estén bien hechos. Yo soy una artista y lo más preponderante es la calidad de las cosas que me entregan y no estar a favor o en contra de una u otra postura.
-¿Pero al suspender la emisión del espacio también se truncó la posibilidad de evaluar la calidad artística del producto?
-Bueno sí, pero a fin de cuentas lo van a transmitir. Hay que esperar como unos 15 días, nadie se muere por eso.
¿Se enteró que el final de la serie fue editado para darle un carácter más emotivo y favorecer todas las posturas?
-Bueno si lo editaron para mejorar el producto, me parece estupendo.
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