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Patricia Stambuk: «En Chile la discriminación proviene de la ignorancia»

Investigadora acaba de publicar un trabajo sobre la cultura yagan, que recoge las memorias de las últimas dos representantes de esta etnia del sur del país, las hermanas Cristina y Ursula Calderón Harban, de las cuales sólo la primera sobrevive. »El principal problema de Chile es que este país no tiene memoria de sus antepasados», asegura.


Patricia Stambuk, investigadora quien aduce que la discriminación en Chile contra las etnias proviene de la ignorancia.

En 2003, su hermana Ursula falleció, dejándola sola y convirtiendo a Cristina Calderón Harban en la última descendiente yagan. Una cultura perdida en la inmensidad de Tierra del Fuego y que parece agotarse con cada día que pasa para esta mujer de 79 años.



Una historia que la investigadora y periodista Patricia Stambuk conoció de cerca, tras convertirse en la receptora de la tradición oral que recibió de ambas mujeres y que sirvió como materia prima para confeccionar el libro «El Zarpe final: Memorias de los últimos yaganes».



«Este es el segundo libro de la misma línea que escribo. Todo partió gracias a mi encuentro con Rosa Yagan, en la Patagonia. Cuando ella murió, me fui vinculando con sus sobrinas que fueron las informantes para este trabajo", cuenta Stambuk sobre cómo llegó a completar su publicación, con la que obtuvo el premio "Escrituras de la memoria".



El peso de la discriminación



A pesar de ser una cultura que se pierde producto del desconocimiento de la sociedad chilena sobre sus etnias originarias, uno de los problemas más frecuentes que enfrentan los grupos raciales minoritarios, la discriminación, parece no haber afectado a los yaganes.



Uno de los principales motivos, explica Stambuk, es el sentido de pertenencia que la etnia profesa con su tierra. «Los yaganes no compiten como los mapuches con el resto de los integrantes de la sociedad nacional. Es poco frecuente que los descendientes de yaganes salgan de la Patagonia y lleguen a la ciudad a competir por los mismos trabajos o condiciones que generan una mirada discriminatoria", explica.



Otra diferencia dice relación con sus nombres. "Uno de los aspectos que los exime de un grado de discriminación mayor son sus apellidos, la gran mayoría de raíz española o inglesa y no de origen indígena, ya que ellos tomaron sus apellidos por sugerencia, de líneas de barcos británicos o por misiones cristianas inglesas que llegaron a la Patagonia", agrega la investigadora.



En tercer lugar, se encuentra el hecho de que se trate de una cultura en extinción como etnia pura, condición que sólo mantiene Cristina Harban. «En los últimos años, se han sentido privilegiados por haber sido distinguidos, considerados, premiados y reconocidos públicamente. Un reconocimiento que, lamentablemente, llega tarde», indica.



Sin embargo, Stambuk considera que la situación de los yaganes es aislada. A su juicio, en el fondo la sociedad chilena es discriminatoria. «Chile es un país racista y clasista. Es verdad que se ha atenuado en los últimos años en la medida que hay un poco más de conocimiento y expresión cultural. Pero las personas que han aprendido a valorar la diversidad humana a la primera de cambio cuando se enojan, lo primero que te dicen es ¡qué te pasa indio!", ejemplifica.



«La discriminación en Chile proviene de la ignorancia, no como en México donde los habitantes aprendieron, desde sus orígenes, a valorar sus raíces. En Chile predomina ese pensamiento de la aristocracia de siglos pasados -afirma- que pretendían ser europeos en Latinoamérica, adoptando costumbres y aspectos culturales que nos les pertenecían, creando una predisposición negativa a las etnias autóctonas. Una forma de pensar dañina para el país y que hasta hoy sigue separándonos», asegura.



Culto identitario



Dejando de lado estos temas, autores como Patricia Satambuk están desarrollando proyectos literarios y de investigación en torno a la etnia yagan, con el fin de preservar la memoria de un pueblo que parece destinado a la extinción absoluta, ya que los hijos mestizos de yaganes han perdido casi por completo elementos tan básicos de su cultura como el idioma.



«Aquí (en el libro) aparece una de las pocos fotos masivas de un grupo de yaganes. Allí aparecen los personajes más destacados de esta etnia y al rescatar esa imagen creo que se le da importancia a su historia. A través de ellos se mueve una tradición, una mitología, un idioma que ahora está en absoluta extinción», argumenta Stambuk.



«El principal problema de Chile es que este país no tiene memoria de sus antepasados. Pero a pesar del largo tiempo desperdiciado en que hemos ignorado a estos otros chilenos, aún estamos a tiempo de remediar esta situación. Por ejemplo, tú puedes ir al sur de Chile y hablar con un viejo hulliche y alimentarte de su memoria y hacer perdurar esa cultura a través de una obra literaria, generando un aporte a la conservación de esta cultura», precisa.



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