Artistas españoles han preparado un repertorio de entre treinta y cuarenta canciones con el que esperan contentar al público, porque «al que se sienta defraudado no hay ningún mecanismo para que se le devuelva la entrada», bromeó Sabina.
Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina empiezan este viernes una gira de más de sesenta conciertos cuya etapa final transcurrirá en América Latina y en la que cantarán «solos, juntos y muy revueltos».
Así lo aseguró Sabina junto a Serrat en la rueda de prensa previa al comienzo de esta gira, «Dos pájaros de un tiro», en la ciudad española de Zaragoza, donde quizá compartan escenario con algunos de sus amigos.
Los dos artistas españoles han preparado un repertorio de entre treinta y cuarenta canciones con el que esperan contentar al público, porque «al que se sienta defraudado no hay ningún mecanismo para que se le devuelva la entrada», bromeó Sabina.
«Estos conciertos pretenden ser, por encima de todo, una fiesta», explicó el catalán Serrat, quien confesó que siente una «profunda envidia» por las canciones de su colega andaluz, las cuales le gusta «tomar con impunidad» y hacerlas suyas.
La gira, según el programa previsto, transcurrirá por tierras españolas hasta que el 18 de octubre empiece su tramo americano en México, en concreto en Monterrey, de donde pasará a Guadalajara y la capital del país.
Proseguirá en Venezuela (Caracas y Valencia), Colombia (Bogotá), Ecuador (Quito), Perú (Lima), Chile (Viña del Mar), Argentina (Mendoza, Córdoba, Rosario y Buenos Aires) y Uruguay, en cuya capital se prevé que el 20 de diciembre acabe esta gira que, según Sabina, probablemente se recoja en un disco-documental.
La idea de que dos de los cantautores españoles de mayor éxito compartieran escenario surgió de conversaciones que pudieron quedar en nada porque, reconoció Sabina, él es «de natural vago» pero, aunque no haya un «motor», Serrat sí tiene mucho que ver con la puesta en marcha.
«Empezamos a hablar de nuestras enfermedades y, tirando del hilo», aseguró Serrat, «empezamos a ver que los plazos de la vida se acortaban» y decidieron ponerse manos a la obra porque, tal como están las cosas, bromeó, «quién sabe si mañana puede ser la última oportunidad que tengan ustedes de ver a Joaquín Sabina en directo».
Serrat (Barcelona, 1943) aludía a los problemas de salud de ambos, en su caso un cáncer de vejiga diagnosticado hace tres años y en el de Sabina (Úbeda, 1949) una isquemia cerebral en 2001.
Sabina aseguró que la gira supone «compartir unas canciones y una amistad con el público» y que no tienen «el más mínimo miedo» de estar tanto tiempo juntos porque «la amistad está por encima del oficio».
Ambos artistas no han compuesto para esta gira ninguna canción porque lo de las «musas» es algo complicado, comentó el cantante jiennense.
«Lo que nos importa, a día de hoy, es tener un concierto para mañana ajustado, fluido» que «tenga una apariencia de algo muy sencillo y muy de la sala de estar de casa», añadió Serrat, y si en un futuro hacen canciones juntos, como decía su madre, «de aquí allá, pajaricos habrá».
Joaquín Sabina puntualizó, sin embargo, que en esta gira interpretará un tema que compuso hace veinte años y que podría haber creado para esta ocasión, «Mi primo el Nano», que cantará a Serrat -conocido entre sus amigos con el apodo de «el Nano»- «para ver si el rubor cubre sus mejillas».
EFE
