El trovador mexicano brinda este viernes su segundo concierto en Chile con el nuevo disco »F» que, entre otros temas, aborda la humanidad de Ernesto Guevara. En la previa, critica a las productoras que »hacen negocio» de los eventos y vaticina para Cuba »muy buenas cosas, antes o después de la muerte de Fidel Castro».
Se le conoce como Alejandro Filio pero su nombre real es Alejandro Gómez Herrera. "Mi abuela y bisabuela son de Italia, mi madre nació en Yucatán, y yo en honor a mis antepasados me puse filio que significa hijo", asume este artista de la canción mexicana, con 15 producciones en una carrera de tres décadas por el circuito alternativo.
"De hecho no pertenezco a ninguna compañía de discos, la compañía de disco me pertenece, es mi catálogo", agrega este trovador que, en dos conciertos en el Teatro Oriente, estrena su reciente placa "F" y temas de una nueva producción que grabará durante noviembre en Argentina.
¿Qué tiene de nuevo "F" con respecto a los otros discos?
-La transformación del ser humano se va mostrando en esta obra, en lo que hace un artista, cómo funciona, es la pura expresión de la verdad que le acontece. Vamos a ver, no es de moda ni comercial, pero en mi reciente disco hay una canción del Che que rescata la imagen humana de Ernesto Guevara, del Chancho, amigo de tantos, compañero mas allá de las afiliaciones a la revolución cubana, a la causa boliviana.
Y añade: "Hay otra canción Tu corazón en la frente que habla de cartas de amor en época de desamor, todas las debilidades que puede tener un hombre adjudicándoselas a sí mismo".
Filio venía por un
solo concierto (23 de agosto), pero la masiva venta de entradas, obligó a la productora Vicio Secreto a sumar otro este viernes. "Me parece una respuesta muy positiva por parte del público de Chile, me entusiasma que se identifique con este género de música, pensante, más artístico, eso demuestra que Chile ha pasado por una evolución interesante social y políticamente al grado que hoy puede apreciar, decidir y no dejarse manipular por los medios de comunicación y el género comercial".
¿Qué opinión tiene de espectáculos con valores superiores a los 100 mil pesos?
-Esto, a veces, queda fuera del alcance de nosotros, de los artistas. Hay productoras que hacen negocio, tienen una forma de trabajar así, lo vemos reflejado en las páginas de internet, en los reclamos, como le ha ocurrido a Silvio, a Serrat. Por eso procuramos hacer espectáculos alternativos para las universidades, en una plaza en forma gratuita, para compensar un poco la ambición de esos productores que encarecen demasiado las entradas.
No obstante, reconoce que "al fin y al cabo somos parte de una maquinaria, y nosotros no decidimos cuánto se debe cobrar, pero sí tenemos voz y voto para protestar ante un exceso de cobro".
En este mercado competitivo, cómo sobrevive su lema de hacer "un canto honesto, congruente y de calidad"…
-En realidad nunca me he relacionado con ese tipo de comercio, en Chile me reúno con Vicio Secreto formado por artistas y melómanos, gente que no se dedica a hacer un negocio de la música, sólo trata de recuperar lo que se invierte, a nosotros nos dan la plata del caché para seguir siendo independientes.
En los conciertos, Filio es acompañado por los músicos chilenos Patricio Anabalón y Federico Wolf. "Más que teloneros, los considero unos compañeros de la talla de la lucha en esta canción. Patricio es un hombre que ha viajado mucho, se quedó en Cuba, se casó con una cubana y cree mucho en ese sistema, se ha amalgamado a una forma de vida y nos trae ese testimonio en su misma poesía. Federico es un chico que ha luchado mucho, tiene el don de los uruguayos, el ritmo por dentro y la voz fresca siempre. También conozco a Alexis Venegas, un monstruo tremendo".
Y cómo ve actualmente a Cuba, con sus últimos procesos…
-Todo tiene su tiempo y momento. Cuba se está preparando para demostrar al mundo la capacidad que tiene ante todo. Antes o después de la muerte de Fidel Castro, vienen muy buenas cosas para Cuba. La apertura, esa pequeña infiltración de este mundo contaminado, a una Cuba rica e inteligente, seguramente traerá bienestar al pueblo, seguirá dando lecciones de congruencia, de solidaridad, de amor patriótico verdadero.
