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«Me he quedado concentradito en perseguir mis ideales»

Después de tres años de ausencia de los escenarios santiaguinos, el músico Joe Vasconcellos vuelve a las pistas este sábado, con un concierto en que realizará un recorrido por su discografía, presentará adelantos de su nuevo disco »Destino».


Joe Vasconcellos se declara convencido de que los habitantes de Santiago usamos la ciudad "como si fuera un dormitorio" y que hay un desaprovechamiento de los lugares que existen para desarrollar eventos artísticos. "Siempre la actividad cultural en la calle está tratada con prevención, como que en cualquier momento te van a sacar a patadas de aquí. En la medida en que abramos los espacios, la gente va a saber ocuparlos y no se va a estar el día entero reprimiendo, porque eso genera furia y miedo, hay un pequeño enano fascista que todos llevamos dentro, seamos del color que seamos".



Dice que "se requiere de mucho sacrificio y tenacidad para poder generar desde Chile un trabajo que despierte interés afuera y que nos permita poder vivir de lo que amamos en nuestro propio país". Esfuerzos que actualmente rinden frutos para Joe y su banda, quienes vienen llegando de una gira que los llevó a tocar en Suecia, España, Estados Unidos y Canadá, donde participaron en el reconocido festival Masters of World Music, compartiendo escenario con músicos de todo el mundo.



Además, la banda prepara el lanzamiento de una caja compilatoria que se editará en España y que incluye todos los discos de su carrera. "Hay solamente dos artistas chilenos que han logrado tener toda su colección discográfica en España, Violeta Parra y Víctor Jara. Eso es una tremenda responsabilidad", dice Vasconcellos. Y como si fuera poco, este sábado presentarán un adelanto de lo que será su noveno disco, "Destino", que comenzó sus grabaciones en marzo del 2006 y se mezcló entre abril y mayo de este año en Madrid.



En "Destino" el músico experimenta con los ritmos de la cumbia y del cual afirma "puede que alguien nos crucifique, puede que a alguien le guste. Yo espero que a la gente le guste, porque nosotros lo pasamos muy bien haciéndolo". Pese a la inclinación hacia esa vertiente musical, Vasconcellos promete una selección del repertorio brasileño para este sábado, fecha coincidente con el día nacional de Brasil.



Sobre las novedades que trae a su regreso a Chile, Joe Vasconcellos dice: "han pasado cosas, no he perdido el tiempo. Me he quedado concentradito en perseguir mis ideales, no importa cuán antiguos o cuán pelo lais o pokemón sean, pero yo voy, yo sigo ese faro que me puse a mí mismo y sigo dándole".



-¿Y cuál es ese faro?
-No sé la verdad, no lo tengo muy claro. Pero creo que, primero que nada, buscar ser una persona feliz y agradecida. Yo creo que tengo los ingredientes para hacer lo que amo, tener una familia grossa y ser querido y respetado en el espacio que me gané. Para mí, tener a Chile como mi puerto principal es fundamental para seguir haciendo mi camino. Ese faro me trajo a Chile y ese faro me lleva afuera a tocar a los lugares más curiosos de la Tierra.



-¿Cómo fue la experiencia de la gira?
-Fue un año de muchos viajes, estuvimos un mes entero en Madrid para la mezcla del disco, un mes lejos de tu casa, sin celular, solamente dedicado a eso, fue tremendamente productivo y estimulante también. Fue bueno porque hicimos letras para el disco, trabajamos muy dedicados a eso y lo juntamos con esta gira. Entonces fue un año para afirmarse. Fuimos a tocar a lugares muy especiales. En Toronto tocamos en un festival que se llama Masters of World Music, lo que para mí es un honor muy grande. Yo llevo muchos años haciendo música pero en ese universo para mí es nuevo y me estoy moviendo a mis anchas porque es muy cómodo y generoso. Y es lo que yo estaba buscando, seguir juntándome con músicos de todo el mundo.



-¿Cómo fue la recepción del público en el extranjero?
-De todo, pero gracias a Dios siempre bueno. Está el público que sale a bailar inmediatamente, está el público que te viene a escuchar y que te comenta las letras, está el público que escucha una cumbia y salen los latinos. Al final tú estás tocando para esta gran comunidad latina en donde hay de todo: ecuatorianos, peruanos, colombianos, bolivianos, brasileños. Eso genera aprender más en cuanto a humildad. Tú no puedes llegar "ah, porque yo me la gané en Chile entonces me la voy a ganar acá", nunca. Y es un público que también espera eso, que uno venga no con un discurso de ganador, sino que con un discurso musical, en pro del arte. Y así es, y es bacán, porque el ambiente es distinto, por eso es bueno salir.



-¿A qué se debe esta larga ausencia?
-Esta fue una ausencia de los escenarios de Santiago, porque en provincias saben que yo en enero parto y vuelvo en marzo. Yo toco mucho por las provincias de Chile y eso enriquece mucho. Es bonito estar tocando en Panguipulli y después irse a Nueva York y luego volver a tocar a Peñaflor. A nosotros nos gusta estar tocando, vivimos de la tocata. En un momento en Santiago había mucha actividad pasando, había actividades nacionales que se estaban armando y que en algún momento tuvieron un andar tranquilo, en que la gente iba a ver los recitales nacionales. Y de repente la cosa se puso un poquito peluda y la gente no tenía esa plata. Entonces pasaba que yo no podía arriesgar hacer un recital y salir para atrás. Ahora estamos apostando, después de una campaña larga. Queremos tocar en Santiago y que la gente responda.



-¿Y cómo han sido estos tres años, en cuanto a evolución?
-Hemos llegado a este disco, "Destino", que es una forma muy personal de enfrentar la cumbia. En estos andares nos hemos dado cuenta que la cumbia juega un rol de bandera para la comunidad latina y elegimos un tema que en el momento en que lo escuchamos dijimos, "qué ganas de tocarlo, qué buena la letra, cómo resume lo que estamos viviendo". Tocando en Los Ángeles o Nueva York, ves que cada vez que sale una cumbia todos se paran. Eso nos une, produce una sensación de fuerza cuando uno la toca. Por eso, cuando nos encerramos después del Festival de Viña del 2006 a parir este disco, nos fuimos todos por ese lado, porque estábamos todos empapados de ese sentimiento. Y el tema que sacamos como corte, "Cumbia Poder", es un tema del grupo mexicano Gran Silencio que cuando lo escuchas te vuelve loco. La letra habla de ese sentimiento inexplicable que uno tiene por las cumbias, que va más allá de la música, es una cosa que va con el sabor, con el olor, con la gente. Por eso nos fuimos por ese lado y experimentamos.



-¿A qué se debe el relanzamiento de la discografía completa?
-Yo creo que a un sueño. Es súper frustrante que te escriban los fans o te pare la gente y te pregunte qué pasó con tal disco o tal otro, y que uno tenga que decirles que la compañía que es dueña del fonograma ya no lo fabrica más. Entonces se hizo un trabajo de diplomacia y buena crianza bien largo, un trabajo que desarrolló mi manager para que la EMI liberara y nos licenciara los discos que son de ella, para poder armar este pequeño box con todos los discos. Son 300 cajitas con los ocho discos, incluyendo el "Taxi para Tres" y el "Vivo" y cuando se agoten, vamos a lanzar todos los discos al mercado.



– Después de tu experiencia con un gran sello, ¿qué es lo bueno y lo malo de hacer música de forma independiente?
-Se resume en la idea de un sello en el que nosotros sepamos lo que está pasando adentro y que no dependa de una multinacional donde lamentablemente el que está a cargo viene de otro y de otro y así. Entonces al final no hay independencia. Una multinacional siempre tiene esas cosas y cuando uno anda a pura sangre, pasión y lágrimas, quieres que tus cosas pasen y no te da para entender que esto es una mega cosa y tú eres, tú eres de Chile. Estás compitiendo con gente que vende 300 mil copias y el compadre les dice "flaquito, pongámosle color que necesitamos vender más". Son realidades, uno va aprendiendo. Para mí, el mejor camino, aunque cueste más, aunque a veces tengas que irte por la cuesta en vez de la autopista, es el camino independiente. Yo estoy muy orgulloso porque si uno se va por la cuesta, para y mira el paisaje y se relaja un rato. Ahora, desde que estoy independiente yo no paro de trabajar, no tengo idea de lo que son las vacaciones, estoy a mil. Pero siempre con la sensación de que ya va a llegar ese momento en que uno va a poder decir: me tomo 15 días. Todavía no llega, pero ya llegará.



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