A través de una carta a la Presidenta Bachelet, el ingeniero comercial Pablo Keller (PRSD), que no había alcanzado a asumir oficialmente, se hace cargo de las versiones sobre los procesos judiciales que ha debido enfrentar, precisando no obstante que tiene su »conciencia absolutamente tranquila».
El ingeniero comercial Pablo Keller (PRSD), designado el pasado 9 de enero como presidente del directorio de Televisión Nacional (TVN), presentó este viernes su renuncia al cargo, con el objetivo de evitar "dudas, acusaciones y rumores" respecto de quien ejerza el cargo.
Así lo anunció la mañana de este viernes el secretario general de Gobierno, Francisco Vidal, quien indicó que la Presidenta Michelle Bachelet resolvió nombrar en el cargo al ex senador radical Mario Papi, quien ejercía como miembro del Consejo Nacional de Televisión (CNTV).
La dimisión se produce luego de que en la víspera se conocieran una serie de procesos judiciales que ha debido enfrentar, así como deudas con concesionarias de autopistas y una universidad.
"No tiene que ver con antecedentes judiciales, está en el ámbito privado y yo respeto ese ámbito privado. El ha procedido como corresponde: que renuncia por las razones que da y lo más importantes es que tenemos inmediatamente a la persona que lo reemplaza», indicó Vidal.
Conciencia tranquila
A través de una escueta misiva, Keller se hace cargo de las versiones que señalan que tendría procesos judiciales pendientes, precisando no obstante que tiene su "conciencia absolutamente tranquila".
«Distinguida Presidenta. A raíz de publicación en la prensa de comentarios acerca de mi persona, he estado pensando y analizando lo que corresponde hacer en una circunstancia de este tipo», señala la carta.
"Es mi deducción y convencimiento que el presidente del directorio de TVN no puede ser sometido a dudas, acusaciones ni a rumores de ningún tipo. Con mi consciencia absolutamente tranquila, he decidido no aceptar el nombramiento que tan gentilmente me hizo», agrega.
Según publicó el diario El Mercurio, Keller admitió que a comienzos de los ’70 estuvo «algunos meses» recluido en la ex cárcel Capuchinos por una presunta operación para acceder a las cuotas de dólares que entonces sólo se vendían a quienes viajaban al exterior, pero aseguró que fue sobreseído.
También enfrentaba una denuncia ante el Instituto de Normalización Previsional (INP) por cotizaciones impagas de una persona que había sido contratada por un amigo, al que Keller -según la versión de éste- sólo le había facilitado una oficina de su empresa.
De acuerdo al matutino, el dimitido funcionario también había enfrentado un juicio por arrendamiento y presenta una morosidad en la Universidad La República.
