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Hollywood busca un cambio de imagen para rehabilitar los Oscar

Páginas web especializadas en cine coinciden en la necesidad que la premiación explote las posibilidades de interacción que ofrece internet y que el formato de la gala se renueve para recuperar la atención del público joven.


Hollywood ve con inquietud el futuro de la gala de los Oscar, que a sus 80 ceremonias, está anquilosada en un formato que no convence a los jóvenes, lejos de las nuevas tecnologías, y pide a gritos un cambio de imagen para adaptarse a los tiempos.



«El espectáculo está anticuado», aseguró a Efe Jay Zabriskie, experto en la dirección de programas de televisión de EEUU.



«Creo que hacen falta reclamos para los jóvenes, más interactividad durante la ceremonia. Tendría que permitir que se envíen mensajes de texto para que la gente diga lo que piensa, al igual que ya se ha hecho en galas de premios de publicidad», señaló Zabriskie.



En el pecado llevaron la penitencia: La 80 edición de los Oscar tuvo frente al televisor a 32 millones de personas, casi la mitad de los espectadores que vivieron en directo en 1998 la entrega de 11 estatuillas a «Titanic», uno de los filmes más taquilleros de la historia de Hollywood.



Sin embargo, la Academia de Hollywood mira aún con recelo las innovaciones.



Uno de sus directores, Bruce Davis, en declaraciones a medios especializados, confesó que no habrá cambios en el formato de la gala a corto plazo, aunque sí son «concebibles» en un futuro.



«Nos vamos a tener que acostumbrar a un menor número de espectadores», indicó Davis, que piensa que, lo que le gusta al público es el «glamour» de la alfombra roja pero que últimamente prefiere unas películas que no son las que más gustan a los miembros de la Academia.



De entre los cinco largometrajes nominados al Oscar este año como mejor película, solamente «Juno» ha superado los 100 millones de dólares en taquilla.



La ganadora, «No Country for Old Men», ha cosechado hasta el momento 65 millones de dólares, mientras que una de las cintas con más éxito de público en 2007 «Spider-Man 3», que alcanzó una recaudación mundial por encima de los 800 millones de dólares, ni siquiera entró a concurso.



«Creo firmemente que el hecho de que las principales casas cinematográficas se hayan decantado por las películas de acción y el resto de compañías por pequeños pero prestigiosos filmes nos ha llevado a la situación en la que estamos», explicó.



En los medios californianos no han tardado en arreciar las críticas sobre el devenir de la ceremonia.



Patrick Goldstein de «Los Ángeles Times» aseguró que los Oscar son «una reliquia», incapaz de competir con otros grandes eventos televisivos en EEUU, como la final de la Super Bowl de la Liga de Fútbol Americano.



Este crítico sugirió recortar la duración de la entrega de premios, que superó las tres horas en antena el pasado domingo, emitir simultáneamente por internet y ampliar la información que se ofrece de las estrellas del celuloide con conexiones para ver lo que sucede entre bastidores mientras transcurre el programa.



Desde las páginas web especializadas en cine también afloran las propuestas, y algunas coinciden en la necesidad de que los Oscar exploten las posibilidades de interacción que ofrece internet.



Erik Davis, editor de www.cinematical.com, apostó por permitir que los espectadores decidan con sus votos al menos uno de los premios, tal y como ocurre en programas como Gran Hermano.



El triunfo de los europeos, que coparon las estatuillas de interpretación y dejaron en segundo plano a rostros más populares entre los estadounidenses, no favoreció el interés de la audiencia.



Así, el británico Daniel Day-Lewis se llevó el Oscar al mejor actor por su papel en «There Will Be Blood» frente al popular George Clooney, nominado por «Michael Clayton».



La francesa Marion Cotillard se adjudicó la estatuilla por la «La Vie en Rose», una película grabada en francés, y dejó con la miel en los labios a actrices más conocidas como Cate Blanchett o Ellen Page, joven protagonista de «Juno».



Ni el éxito del español Javier Bardem como actor de reparto en «No Country for Old Men», ni el de la británica Tilda Swinton como actriz secundaria en «Michael Clayton» levantaron los números de una ceremonia que ve como pierde adeptos año tras año.



Otro dato significativo, remarca el desinterés de las nuevas generaciones por este espectáculo de Hollywood, ya que el número de jóvenes que vio la ceremonia por televisión cayó casi un 25 por ciento con respecto a la gala de 2007.



EFE

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