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Los grandes, los indígenas y los jóvenes osados en una nueva compilación

Desde hechizos de curanderos mapuches, pasando por Neruda y Parra, hasta Manuela Infante. Todos juntos, pero no revueltos, en una revisión a lo más importante de las letras locales que incluye lo más nuevo de las generaciones literarias.


Más de 800 páginas divididas en dos tomos presenta la versión actualizada del exhaustivo estudio realizado por el profesor de Castellano, magíster en Letras, doctor en Filosofía y miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua Maximino Fernández.



Una investigación que el mismo autor califica como "bastante ardua", que se plantea como un análisis sociocultural de cada época y sus figuras más destacadas, complementado con un acucioso registro de las obras en que éstos han dejado su impronta.



A través de sus páginas, Fernández pretende ampliar los registros sobre historia de la literatura chilena, un tema sobre el que no existían publicaciones desde los años ’50 y que Fernández comenzó a abordar desde 1994 con la primera edición del texto.



Pero el tiempo corre, la historia cambia, avanza, y el autor consideró necesaria una nueva compilación. Bajo el sello Edebé- Editorial Don Bosco surge nuevamente "Historia de la Literatura Chilena", un texto que intenta ser el referente más importante de las letras nacionales. Esto, porque reúne entre sus páginas a los grandes exponentes y también a los nuevos exponentes del siglo XXI.



Aspectos que Fernández destaca como aportes a la comprensión de la creación literaria local, además de la presencia de autores indígenas, como Elicura Chihuailaf. Para el autor, cada periodo de la historia es importante, aunque destaca entre sus favoritos a las narradoras Marta Brunet y María Luisa Bombal y también a Alberto Blest Gana, Manuel Rojas y José Donoso como figuras masculinas.



Pero principalmente resalta los próceres de la poesía nacional, encabezados por Gabriela Mistral. Según Fernández, "han puesto una vara muy elevada, no sólo por los Premios Nóbel, sino por la calidad que tienen".



Nuevos aires



Maximino Fernández está consciente de que escribir una historia de la literatura local incluyendo autores tan recientes representa un riesgo, porque "no hay una perspectiva suficiente para poder mirar, dentro del esquema general es complicado", asegura.



Por lo mismo, omitió juicios sobre los últimos representantes -de las generaciones del ’90 y 2000- , limitándose a una presentación de los mismos. "Hay que esperar para ver qué pasa y poder juzgarlos, porque mucha de esa gente que comienza publicando después desaparece", dice Fernández.



Respecto a las nuevas generaciones de autores locales, el autor destaca que son "muy impulsivos, tienen muchas ganas de hacer cosas, se han apresurado mucho en publicar y publicar, con todas las dificultades que eso implica".



Esto se explicaría con el surgimiento de revistas online y sitios en Internet donde resulta más fácil darse a conocer. "Son valientes. Falta que maduren, falta autocrítica, pero eso se verá con el tiempo", dice asegurando que entre los nuevos exponentes de la narrativa hay "gente que puede ser muy valiosa. Tuvimos grandísimas figuras y eso dejó la vara tan alta que no es fácil volver a ese nivel. Pero nunca se sabe. La gran literatura chilena no se va a acabar ni hoy ni mañana".

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