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Por qué nos gusta tanto Les Luthiers

Escucharlos es una experiencia religiosa, al más puro estilo Yasna Provoste. De primeras, oír a un conjunto coral disparando frases puede resultar aburrido y hasta sin sentido. Pero al prestarle atención, aparece todo un mundo completo de astutas e ingeniosas maneras de entrelzar música pulcra con ideas corrosivas. Aquí, los seguidores de la banda argentina dan sus razones.


Aunque es muy joven, Juan Pablo Carvajal comenzó con su fanatismo por Les Luthiers hace varios años. En 2004, "en el boom de mi fanatismo por ellos", creó la página Les Luthiers Chile, en un servidor gratuito. Al poco tiempo pudo pagar por el servicio y desde el año pasado cuenta con un grupo de amigos que lo ayudan con los contenidos.



Carvajal cuenta que encontrar información sobre la agrupación es difícil y que por eso cuentan con la importante colaboración de seguidores de Argentina, España, Perú y Uruguay. Todo por el particular conjunto que conoció cuando pequeño, gracias a las influencias de su hermano, su padre y un tío argentino.



Fue la bien lograda mezcla entre la música y el humor de calidad lo que lo convirtió en un seguidor de Les Luthiers. "Me encanta el aspecto humorístico, un humor fino, elegante, llamado por muchos inteligente, que de a poco me fue introduciendo al mundo de la música que antes no me atraía", dice.

Los ha visto en el Teatro Municipal de Santiago y el sábado asistirá a ver "Los Premios Mastropiero", espectáculo que presentarán también este viernes en el Arena Santiago. Y si bien cree que no es un humor para todos los gustos, reconoce que cada vez abarcan más público. "La calidad es lo que los hace reconocibles y cada vez más masivos", asegura.



Les Luthiers Chile está actualmente en proceso de remodelación. El contenido volverá a estar en la red pronto con más secciones y material para quienes se consideran parte de la comunidad Lutheriana, conocida como "HELFDW", Hermanos En La Fe de Warren.



La sigla con que se denominan proviene directamente de la obra "El sendero de Warren Sánchez", donde los músicos argentinos parodian a una secta religiosa comandada por el dudosamente honesto Warren Sánchez. "En esta comunidad, fuera de un montón de códigos y actividades, poseemos un pseudónimo único", dice. Así, Carvajal es conocido también como Don Juan ‘el burlador’ de Mastropiero.


Reír hasta llorar



La periodista Carola Carrizo era un "bicho raro" cuando en los ’80 ya era toda una fan de los argentinos. Los conoció a través de su papá, que los escuchaba en discos y "muchas veces tenía más de Les Luthiers que de música propiamente tal", cuenta.
De tanto escucharlos, Carrizo terminó por saberse de memoria espectáculos completos.



Desde esa época tuvo la idea de que la agrupación no era tan conocida, "aunque para mí era inexplicable", dice. Admite que le cargaba el grupo humorístico chileno "Los Muleros", que según ella, copiaban descaradamente algunos fragmentos de sus performances.



"Ahora veo que hay mucha gente que los conoce y me encanta. Siempre consideré que su humor era extremadamente común a los países latinos, reflejando los vicios, pecadillos y errores de la sociedad, cultura, medios de comunicación y, en los últimos trabajos, de los políticos. No hay forma de no sentirse identificado de alguna manera", dice.



Durante un espectáculo en el Teatro Coliseo en Buenos Aires, Carrizo terminó llorando de la risa abrazada a un señor de edad, "con la cercanía y complicidad que dio el hecho que los dos estuviéramos con ataque de risa en un momento del show". Y aunque después del episodio se miraban "medio raro", en ese momento estaban "tan poseídos con el tema del espectáculo que no nos importó que ni nos conociéramos, lo realmente importante era lo hilarante de la presentación".



Otro que muere por Les Luthiers es Eduardo Unda, un astrónomo que investiga estrellas variables, pero que además se dedica al teatro, la música y la escritura. Las primeras historias musicalizadas que escuchó -«La tanda», «Cantata del Adelantado don Rodrigo Díaz de Carrera»- le hicieron descubrir una forma de humor intelectual "que hasta entonces me era del todo desconocida", dice. En adelante, muchas cosas que le habían apasionado durante años se enriquecieron aún más, "pues podía concebirlas con un potencial cómico del cual antes me las imaginaba exentas", cuenta.



El principal punto a la hora de declararse un fanático del quinteto es su consistencia. Según Unda, la mayoría de los humoristas son como los tenistas que logran el primer lugar en el mundo y al siguiente partido lo pierden. "Los verdaderos campeones son capaces de defender su título ante muchos que vendrán. Les Luthiers son capaces de brillar sostenidamente en el tiempo sin que decaiga ni su agudeza ni su calidad musical", dice.



A Carrizo siempre le gustó el humor absurdo y el juego de palabras, junto con las ironías y las sutilezas clásicas del grupo, acompañadas de un formato en el cual cada integrante desempeña un rol: "está el del locutor más serio, el ingenuo del grupo, el despistado", dice. A Unda lo cautiva lo divergente de su humor, la poca obviedad de sus bromas y "que es posible escuchar los discos una y otra vez y todavía seguir descubriendo elementos nuevos", cuenta.



Un tipo bondadoso



Al poco tiempo de comenzar con su página web, Juan Pablo Carvajal recibió una firma muy inesperada en su libro de visitas. El mismo Carlos Núñez Cortés, integrante de Les Luthiers, le dejaba sus saludos y su compromiso de ayudar en lo posible con el sitio. "Fue realmente emocionante", dice Carvajal.



Poco después se anunció que la banda presentaría "Las obras de ayer" en Chile. En esa época, Carvajal residía en Iquique y escribió a Núñez preguntándole por el costo de los boletos. "Yo tenía que pagarme el viaje y la entrada, por lo que tendría que ponerme a ahorrar", dice.

Pero Núñez Cortés, "con la gran bondad que lo caracteriza", le regaló un par de tickets al fanático. Después del espectáculo, Carvajal participó también de la "KDD" -léase "quedada-, un encuentro que se realiza entre los fans y algún miembro de Les Luthiers, en este caso el mismo benevolente. "Sin duda una noche memorable", recuerda Carvajal.



Y será precisamente Carlos Núñez Cortés quien presentará este sábado su libro "Los juegos de Mastropiero", un texto que pretende descifrar los artificios del lenguaje de la agrupación. En la misma jornada se presentarán los «Coral Lutherieces», una banda que tributa a los destacados argentinos, quienes les cedieron los derechos y partituras con los arreglos originales.



El director artístico del conjunto, Leonel Boin, cuenta que como banda son respetuosos y fieles seguidores de la obra de Les Luthiers, "ya que al estudiarlas nos hemos dado cuenta de lo complejo que son la mayoría de sus trabajos". Y explica que no laboran desde la óptica del cover, sino que buscan "resaltar los muy cuidados y elaborados arreglos musicales de índole vocal que el grupo ha utilizado a lo largo de sus 40 años de espectáculo".



El libro "Los juegos de Mastropiero" y el conjunto "Coral Lutherieces" se presentarán este sábado 19 de abril a las 17:00 horas en la Sala Isidora Zegers, ubicada en Compañía 1264.


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