«Changeling» tiene un guión que funciona como la maquinaria de un reloj suizo; unos movimientos de cámara precisos; excelente fotografía; preciosa y emocionante música y unos actores secundarios impecables. Lo único que chirría: una Angelina Jolie que no encuentra el tono del personaje, según los críticos.
Clint Eastwood dio hoy de nuevo una lección de cine en Cannes, donde sedujo con una emotiva historia basada en hechos reales, sobre la desaparición de niños y la corrupción policial.
«Changeling», en competición oficial en Cannes, recibió una doble ovación al finalizar su primera proyección y, sobre todo, Eastwood fue aclamado al entrar en la sala de la conferencia de prensa y aplaudido en varias ocasiones durante la misma.
Un poco excesivo para la película aunque comprensible por la trayectoria de un actor y director que se dio a conocer con los «spaghetti western» y ha acabado siendo uno de los realizadores más sensibles y con más oficio de la industria cinematográfica.
Y esa experiencia se ve en «Changeling», donde todo encaja a la perfección. Un guión que funciona como la maquinaria de un reloj suizo; unos movimientos de cámara precisos; excelente fotografía; preciosa y emocionante música y unos actores secundarios impecables.
Lo único que chirría: una Angelina Jolie que no encuentra el tono del personaje, según los críticos.
Basada en hechos reales, ocurridos en Los Ángeles en los años veinte, Jolie interpreta a Christine Collins, una mujer independiente y moderna para la época que cría sola a su hijo. Y un día el niño desaparece.
EFE
