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Juez declara «reo valetudinario» al poeta Ernesto Cardenal

El poeta, que recibió el respaldo de un nutrido grupo de intelectuales de todo el mundo, anunció en público que no pagaría la multa, por injusta, que era una «venganza» del presidente Daniel Ortega, y que estaba dispuesto a «ir preso».


La justicia nicaragüense declaró al poeta y sacerdote Ernesto Cardenal, de 83 años, «reo valetudinario», según un comunicado del juez que dictó sentencia, divulgada este viernes por el abogado del procesado.



El juez de Managua David Rojas, que condenó a Cardenal por injurias al empresario alemán Inmanuel Zerger, notificó al abogado Boanerges Ojeda, su decisión, de la que dará explicaciones el lunes, dijo.



Según declaró Ojeda a la prensa en la residencia del poeta, Rojas dictó esa resolución obviando los procedimientos que establecen las leyes, entre otros, haber oído a la Fiscalía y a un médico forense para, conforme a la opinión de las partes, dictar la incapacitación que adelantó el juez.



Reo valetudinario se considera a los ciudadanos mayores de 70 años con condiciones crónicas de salud que les impiden ser encarcelados y deben cumplir la pena en sus casas, con restricciones dictadas a discreción del juez, que pueden incluir impedimentos migratorios.



La fuente agregó que los casos de injurias, por los que se juzgó a Cardenal, en un proceso que empezó en 2005, cuando se le declaró inocente, es de orden civil y estos juicios no se pueden desarrollar si no es a petición de las partes y que el juez no tiene facultad para actuar de oficio.



El letrado afirmó que considera nula esa resolución y pedirá en los tribunales de Managua que se separe a Rojas de conocer el caso porque «está implicado».



Toda la acción penal contra Cardenal, aseguró, debe declararse prescrita, ya que el caso, que fue apelado, tenía 36 meses en «estado de sentencia».



Este viernes se cumplió el plazo para que Ernesto Cardenal pagara la multa de 1.000 dólares que se le impuso por injuriar a Zerger, con el que le enfrenta lo que parece una antigua disputa de tierras.



El poeta, que recibió el respaldo de un nutrido grupo de intelectuales de todo el mundo, anunció en público que no pagaría la multa, por injusta, que era una «venganza» del presidente Daniel Ortega, y que estaba dispuesto a «ir preso».



Para evitar que se aplique el régimen de arresto domiciliario contra Cardenal, su abogado señaló que el lunes se presentará un recurso de «habeas corpus» en el tribunal de apelaciones de Managua.



El recurso estará respaldado por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), no gubernamental, en defensa del derecho de la libre movilización del poeta, dentro y fuera de Nicaragua.



Ernesto Cardenal ha comprometido conferencias con varias universidades de Estados Unidos, adonde tiene previsto viajar el próximo mes.



El juez David Rojas rescató esta semana una apelación de la sentencia de inocencia de Cardenal en el caso contra Zerger, esposo de la viuda de un antiguo colaborador suyo en la Asociación Contemplativa de Solentiname, isla en la que el sacerdote reside.



Zerger, propietario de una empresa turística, y Cardenal, reclaman derechos de explotación de parte de las instalaciones de la asociación, proceso, en el que, al parecer, se intercambiaron improperios.



El propio Zerger explicó a Efe que la acusación contra Cardenal, en 2005 fue porque el sacerdote levantó «falsos testimonios» en contra suya y su esposa Nubia Arcia, para «destruir mi negocio».



Zerger negó que su acusación tenga motivaciones políticas y que ha actuado para defender su honra.



EFE

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