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Artista chileno utilizará cuerpo de un condenado a muerte para obra visual

«La recepción de la gente siempre ha sido positiva. En un principio llegan con un poco de escepticismo, por la trascendencia del contenido, pero luego participan muy bien de las instalaciones», subrayó.


El artista chileno Marco Evaristti espera sorprender con una nueva y polémica instalación al utilizar el cuerpo de un condenado a muerte como comida para peces, muestra que será presentada en Nueva York, Europa y posiblemente en Chile.



Gene Harthorn de 45 años, es el convicto condenado a muerte que donará su cuerpo a Evaristti y que actualmente se encuentra en prisión en Texas (Estados Unidos), acusado de asesinar a su padre, a su madrastra y a su hermanastro en 1985.



«La idea salió cuando leía las actas judiciales donde fue llamado desprecio humano y como soy ecologista me dio la idea de usar esta basura para algo positivo», dijo el artista en una entrevista mantenida con Efe por Internet.



El cuerpo del condenado será congelado, para luego transformarlo en comida para peces, sus fragmentos serán ubicados en un acuario, donde los espectadores tendrán la posibilidad de alimentar o no a los animales con este tipo de carne.



Evaristti, que lleva viviendo 21 años en Copenhague (Dinamarca), es conocido a nivel mundial por sus atrevidas creaciones, todas ellas relacionadas con la muerte y la naturaleza.



En 2001 el artista realizó una instalación llamada «Helena» en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago, en la que exhibió licuadoras que contenían peces vivos con el objetivo de que los visitantes decidieran si apretaban o no el botón para poner en marcha el aparato.



«A través de estas obras busco que la sociedad se cuestione, trato de buscar la curiosidad del ser humano, por intermedio del efecto de shock. Así se plantea un diálogo intelectual que es necesario en un espacio social», sostuvo.



Sin embargo, Evaristti no solo ha buscado sorprender a los chilenos.



En 2004 pintó de rojo un iceberg con 3.000 litros de pintura y en 2007 tiño el Mont Blanc con salsa de frambuesa, por lo que fue detenido por la policía francesa.



Sobre los problemas que le han traído sus «obras artísticas» Evaristti asegura que tienen mucho más apoyo de lo que la mayoría de la gente cree.



«Recibo mensajes acusándome de antimoral y trato de entenderlos, pero debo constatar que recibo más mensajes positivos, que son de interés para trabajar en un futuro», señaló.



Otras de las instalaciones que causaron gran expectación fue la de las albóndigas enlatadas, exhibida en 2007 en Chile, donde el autor se realizó una liposucción y con su grasa cocinó las albóndigas que luego ofreció al público para que las degustaran.



«Mis albóndigas son mejores que las que se venden en los supermercados. Si uno piensa cómo se han manufacturado y luego ve la manufacturación de las mías, se ve que son las mejores», dijo.



Aunque las obras de Evaristti han sido cuestionadas y tachadas de atentatorias contra la moral, siempre logra un gran número de visitas, sobrepasando muchas veces sus propias expectativas.



«La recepción de la gente siempre ha sido positiva. En un principio llegan con un poco de escepticismo, por la trascendencia del contenido, pero luego participan muy bien de las instalaciones», subrayó.



Actualmente, Marco Evaristti trabaja en una serie de obras relacionadas con la naturaleza cuya ubicación no quiere revelar «por razones de seguridad».



EFE

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