Alvaro Peña puede ser un cliente de AFP a dos años de jubilarse. Pero la realidad lo sitúa como una de las leyendas vivientes de la música local. Por la historia que lo junta con Joe Strummer y la convicción a prueba de balas, que lo tendrá tocando este sábado antes de presentar su película hecha por tres cineastas alemanes.
Como en las películas bíblicas el señor de pelo crespo, pantalones blancos y zapatos con corazones rojos en los cordones, ha elegido ser Alvaro de Valparaíso » para toda la gente que pregunta quien es. Nacido en el puerto hace 63 años estuvo en un par de grupos de la Nueva Ola, fue redactor publicitario y a mediados de los ’70 se fue a Inglaterra.
En Londres se instaló en una casa okupa en tiempos que el punk era nada más que gente tratando de hacer música. «En ese tiempo éramos todos amigos, todos conocidos, los “Sex Pistols” estaban por ahí cerca, después vino Vivian Westwood que creó todo el concepto estético del punk, de moda, de andar con unos tomates hechos de malla de manzana; usando todo el desecho, las panties raídas y las botas pesadas. Así se hizo la música y yo seguí haciendo mi cuestión totalmente independiente, la moda cambió» contó hace un par de años en la revista Culturart, del Consejo del libro.
Entre los que habitaban su casa había un tipo que ensayaba desde las 11 de la noche hasta las cinco de la mañana. Se llamaba John Graham Mellor y no sabía tocar la guitarra «por eso se puso Joe Strummer, de strumm, que es pegarle, rasquetear la guitarra» contó.
Alvaro Peña Rojas formó una banda con el líder de The Clash, «The101ers» pero mientras Strummer se hizo millonario Peña ha editado cerca de 20 discos y siguió viviendo como si el tiempo no hubiera pasado. Gran parte de este singular camino se ve en «Dedicación Total» el documental de Hans Kotter, Jochen Hagle y Christian Zschammer, incluido en la Competencia Internacional del Festival In- Edit Nescafé. El propio Peña la presentará mañana a las 21:00 horas después de tocar un rato en la sala 1 del Centro de Arte Alameda.
Alvaro Peña es un tipo muy lejos de las convenciones, o tal vez su gran convención sea estar fuera:
«Yo no creo en nadie, no estoy esperando que me caigan las cosas del cielo. Si tienes algo interesante empieza a moverte para ver cómo lo haces, si estás esperando que el sello venga, tal vez no va a venir nunca. A la edad que yo tengo no me interesa ningún sello, yo tengo independencia y puedo hacer lo que quiera con mis discos»
