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La restauración de la mítica «Metropolis» costó medio millón de euros

Pocos meses después de su estreno en Berlín en 1927, los estudios cinematográficos alemanes UFA y los Paramount cortaron casi treinta minutos de la cinta original porque les pareció muy larga y por motivos ideológicos ya que los estadounidenses vieron algunas tendencias comunistas. Las escenas cortadas se creyeron perdidas hasta que en 2008 el Museo del Cine Pablo C. Ducros Hicken de Buenos Aires descubrió la lata con el original.


La restauración de la mítica película de cine mudo «Metropolis«, de Fritz Lang, costó medio millón de euros y añade algunas escenas que se creían irrecuperables del original de 1927 y dan otra dimensión a la obra.

En el estreno mundial de esta «nueva» versión restaurada en la Alte Oper (Ópera Antigua) de Fráncfort ante unas dos mil personas, la directora del Museo del Cine de Buenos Aires, Paula Félix-Didier, explicó hoy cómo en 2008 se produjo el hallazgo de la caja que contenía la copia del film en el archivo del museo.

Félix-Didier dijo que al visionar el negativo, se dieron cuenta enseguida de que se trataba de «Metropolis«.

La Fundación Friedrich-Wilhelm-Murnau ha sido la encargada de la restauración, que ha exigido un proceso muy laborioso de digitalización de año y medio de duración.

La «Metropolis» restaurada tiene una duración de unos 25 minutos más y la música original reeditada de Gottfried Huppertz.

El director de la Fundación, Helmut Possmann, explicó momentos antes del estreno en Fráncfort las dificultades del proceso de restauración ya que la película encontrada en el Museo del Cine de Buenos Aires estaba en un estado «lamentable».

Al acto en Fráncfort asistió el presidente del Estado de Hesse, el cristianodemócrata Roland Koch.

Antes de la proyección de la película en Fráncfort, que contó con el acompañamiento musical de la Orquesta de la localidad de Braunschweig (Staatsorchester Braunschweig), hubo una mesa redonda bajo la moderación de Christoph Amend director del semanario «Die Zeit» en la que participaron Félix-Didier y Possmann.

Gracias a la música los restauradores pudieron comprobar que el montaje hallado en Buenos Aires seguía la secuencia original y no había sido modificado, algo que ocurría con frecuencia en las distribuciones al extranjero.

Tras ochenta y tres años, vuelve un clásico del cine mudo que se puede ver en una versión casi completa respecto al original con las escenas que se recuperaron en 2008.

La versión restaurada de «Metropolis«, una ciudad del futuro, se pudo ver también en el Festival de Cine de Berlín, la Berlinale, en el Friedrichstadtpalast con la recreación musical de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín.

Además, la nueva «Metropolis«, una película legendaria del género de ciencia ficción que esta noche fue comparada en Fráncfort con «Avatar», fue retransmitida en directo en la Puerta de Brandenburgo, donde otras dos mil personas no se dejaron amilanar por el frío y la nieve y acudieron a seguir el estreno en la gran pantalla instalada.

Pocos meses después del estreno inicial de «Metropolis«, el 10 de enero de 1927 en el Ufa-Palast am Zoo de Berlín, los estudios cinematográficos alemanes UFA y los Paramount cortaron casi treinta minutos de la cinta original de dos horas y media de duración porque les pareció muy larga y por motivos ideológicos ya que los estadounidenses vieron algunas tendencias comunistas.

Las escenas cortadas se creyeron perdidas hasta que en 2008 el Museo del Cine Pablo C. Ducros Hicken de Buenos Aires descubrió la lata con el original.

La Fundación Friedrich-Wilhelm-Murnau-Stiftung de Wiesbaden, creado en 1966 para velar por la herencia cinematográfica alemana, posee los derechos sobre la película, que ahora ha recuperado escenas importantes que dan otra dimensión más compleja y profunda a la obra de Lang, al quedar destacados personajes secundarios, y no queda reducida sólo a una mera película de ciencia ficción.

La empresa ARRI ha digitalizado en Múnich en alta resolución el negativo de 16 milímetros encontrado en Argentina, que a su vez se sacó de una copia de distribución argentina de 35 milímetros, con el desarrollo de un software propio para ello.

La copia encontrada en Buenos Aires es similar a la cinta que presentó Lang en 1927 y que la distribuidora Terra (Aires Adolfo Z. Wilson) llevó a Argentina, donde llegó a manos de Manuel Peña Rodríguez, un coleccionista privado, que la vendió en los años sesenta al Fondo Artístico Nacional y finalmente aterrizó en el Museo del Cine de Buenos Aires que dirige Félix-Didier.

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