Este año el escenario de la gala es espectacular: tiene una forma circular un tanto galáctica y está decorado con bandas de colores cambiantes y un fondo de luces que parecen estrellas.
Casi todo está listo para celebrar la XXIV edición de los premios Goya, mañana domingo, muy reñida por la pugna entre «Celda 211» y «Ágora», con 16 y 13 candidaturas respectivamente, y en la que el cine latinoamericano se ha alzado como uno de los grandes protagonistas.
El humor, el glamour y el dinamismo serán las claves de la gala de mañana, presentada por Andreu Buenafuente, el «Jay Leno» español, y en la que se entregarán 28 bustos de Goya.
Las quinielas para la gran noche del cine español prevén que «Celda 211», la cinta carcelaria de Daniel Monzón, cosechará algunos de los premios más importantes (es candidata, entre otros, a mejor película, mejor director, mejor actor protagonista -Luis Tosar-, mejores actores secundarios -Antonio Resines y Carlos Bardem- y mejor guión adaptado).
Pero Monzón y su equipo compiten nada menos que con el «oscarizado» Alejandro Amenábar y su «Ágora», candidata, entre otros, a mejor película, mejor dirección, mejor guión original y mejor actriz protagonista, Rachel Weisz.
Aunque la londinense no lo tendrá nada fácil porque se enfrenta a la actriz de moda, Penélope Cruz -«Los abrazos rotos»-, a la respetada Maribel Verdú -«Tetro»-, y a Lola Dueñas, toda una sensación en el Festival de Cine de San Sebastián con «Yo también».
Tosar parte como favorito en la categoría de mejor actor, aunque los miembros de la Academia también valorarán a Jordi Mollà -«El cónsul de Sodoma»-, Antonio de la Torre -«Gordos»- y Ricardo Darín, exquisito en «El secreto de sus ojos».
«El baile de la victoria», de Fernando Trueba, opta a nueve candidaturas, entre ellas las de mejor película, mejor dirección, mejor interpretación masculina de reparto -otra vez Darín- y mejor guión adaptado.
El filme argentino «El secreto de sus ojos», de Juan José Campanella, ha recibido otras ocho candidaturas, entre ellas mejor película, mejor guión adaptado, mejor dirección y mejor actriz revelación, Soledad Villamil.
A esas candidaturas se une la que ha recibido en la categoría de mejor película hispanoamericana, que se disputará con «Dawson Isla 10», de Miguel Littin (Chile); «Gigante», de Adrián Biniez (Uruguay) y «La teta asustada», de Claudia Llosa (Perú).
Latinoamérica estará representada además por el escritor chileno Antonio Skármeta, que opta al Goya al mejor guión adaptado por «El baile de la victoria», y por el argentino Alberto Ammánn, que podría ganar el premio a mejor actor revelación por «Celda 211».
Por su parte, optan al reconocimiento a la mejor película europea del año «Déjame entrar», «La clase», «Bienvenidos al norte» y la exitosa «Slumdog Millionaire».
Desde el jueves, todo el equipo de la gala prepara el espectáculo, que será retransmitido en vivo y sin cortes publicitarios por Televisión Española, en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid.
Veinticuatro cámaras estarán en funcionamiento para que trasciendan todos los detalles de la gala: desde las lágrimas de los premiados a los modelos más sofisticados y también los menos acertados.
Este año el escenario de la gala es espectacular: tiene una forma circular un tanto galáctica y está decorado con bandas de colores cambiantes y un fondo de luces que parecen estrellas.
Los invitados a la gran fiesta del cine español -alrededor de 1.800- comenzarán a pisar la alfombra verde del Palacio Municipal de Congresos a partir de las ocho y media de la tarde, aunque la ceremonia no comenzará hasta las diez de la noche (20.00 GMT).
En las dos horas y veinte minutos que dura la gala se entregarán 28 premios y se podrá admirar a lo más granado de la industria cinematográfica española y latinoamericana.
Paz Vega, Penélope Cruz, Juan Diego Botto, Aitana Sánchez Gijón, Emma Suárez o Marisa Paredes son sólo algunos de los presentadores que leerán los nombres de los ganadores.
Las grandes ausencias de la noche serán las de Rachel Weisz, Ricardo Darín y Juan José Campanella.
